Un escándalo de finanzas compromete la cohabitación política en Portugal

Un escándalo financiero, relacionado con la Administración del territorio de Macao, provoca tensiones entre el Gobierno portugués del socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva y el presidente de la República, el socialista Mario Soares. Según el semanario O Jornal que tiene relaciones privilegiadas con el entorno de Soares, el fin de una cohabitación, que dura ya cuatro años, es inminente.La crisis fue desencadenada supuestamente por Cavaco Silva, cuando anunció, en declaraciones al semanario Expresso, que propondrá al congreso del Partido Socialdemócrata (PSD), a celebrar en mayo próx...

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Un escándalo financiero, relacionado con la Administración del territorio de Macao, provoca tensiones entre el Gobierno portugués del socialdemócrata Aníbal Cavaco Silva y el presidente de la República, el socialista Mario Soares. Según el semanario O Jornal que tiene relaciones privilegiadas con el entorno de Soares, el fin de una cohabitación, que dura ya cuatro años, es inminente.La crisis fue desencadenada supuestamente por Cavaco Silva, cuando anunció, en declaraciones al semanario Expresso, que propondrá al congreso del Partido Socialdemócrata (PSD), a celebrar en mayo próximo, no presentar candidato a las presidenciales de 1991 si Soares se presenta a un segundo mandato.

La publicación, por el semanario Independente de un documento que fundamentaba la sospecha de, que el gobernador de Macao, el socialista Carlos Melancia, aceptó 50 millones de escudos (unos 40 millones de pesetas) de una empresa alemana interesada en obtener la adjudicación de la construcción del aeropuerto de Macao, es un episodio más de la guerra abierta.

Macao, que será devuelto a China en el año 1999, goza de un estatuto especial, que lo coloca bajo la tutela del presidente de la República, entre cuyas atribuciones se cuenta la de nombrar y destituir al gobernador. Éste, a su vez, dispone de poderes prácticamente ilimitados sobre la Administración local.

Las malas lenguas dicen que una colocación en Macao es, frecuentemente, la retribución de otros favores o servicios al presidente, pero entre la minúscula población portuguesa del enclave, intrigas y guerrillas personales proliferan con el interés económico como motor.

En nombre de la mayoría, el ex presidente del Parlamento, Ribeiro de Almedia, pidió que se tomen todas las medidas para disipar las sospechas que recaían sobre el gobernador y que comprometían el "buen nombre" del jefe del Estado y de Portugal, en una fase tan delicada de la transición del territorio hacia la plena integración en la nación china. Casi simultáneamente, la Fiscalía del Estado ordenaba una investigación al conjunto de la Administración de Macao.

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