Un Jugado de Barcelona deniega otra demanda de Procter en el 'caso Camp'

El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Barcelona dictó auto denegando las medidas cautelares solicitadas por la firma Procter & Gamble contra los hermanos Camp y la empresa alemana Benckiser. La demanda había sido presentada conjuntamente por supuesto delito de doble venta del grupo Camp, en el caso de los hermanos Camp, y por actuar de mala fe en la compra de esa empresa, en el de Benckiser.

Este auto supone un duro tropiezo a las intenciones de la multinacional norteamericana ya que, según fuentes jurídicas, esta demanda era la definitiva en el campo civil para resolver el conten...

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El Juzgado de Primera Instancia número 5 de Barcelona dictó auto denegando las medidas cautelares solicitadas por la firma Procter & Gamble contra los hermanos Camp y la empresa alemana Benckiser. La demanda había sido presentada conjuntamente por supuesto delito de doble venta del grupo Camp, en el caso de los hermanos Camp, y por actuar de mala fe en la compra de esa empresa, en el de Benckiser.

Este auto supone un duro tropiezo a las intenciones de la multinacional norteamericana ya que, según fuentes jurídicas, esta demanda era la definitiva en el campo civil para resolver el contencioso que la enfrenta con los demandados desde que se decidiera la venta de Camp a Benckiser el pasado mes de junio. La demanda reclamaba las acciones de Camp en poder de Benckiser.El pasado mes de octubre, Procter & Gamble recibió el primer golpe tras dictar el mismo Juzgado, ocupado por el magistrado Victoriano Domingo Loren, el levantamiento de las acciones de Camp depositadas a requerimiento de la multinacional. Esa primera demanda fue solamente realizada sobre Benckiser y estaba en marcha la petición de un proceso de arbitraje. En esta ocasión, la demanda, interpuesta también sobre la familia vendedora, se había hecho después de que se hubiera desestimado judicialmente el proceso de arbitraje.

La desestimación de las medidas cautelares, aun sin ser definitiva para el proceso abierto por P&G, abre una expectativa de optimismo en el seno de Benckiser, cuya representación legal la lleva el despacho Garrigues. La decisión del juzgado no paraliza, de cualquier modo, las actuaciones entabladas contra la propia firma alemana, los Camp e, incluso, contra la Administración española. Asimismo, existen dos demandas presentadas en Madrid por los Camp, representada por Oscar Alzaga, contra P&G.

Indemnización

El caso se resolverá definitivamente, según las fuentes consultadas, en un plazo no inferior a los ocho meses. En caso de que se demuestre mala fe de Benckiser, la empresa estadounidense podrá reclamar la titularidad de Camp o exigir indemnización por daños y perjuicios.El origen del conflicto legal planteado por P&G se produjo tras decidirse la venta de la empresa de detergentes Camp a la firma alemana Benckiser después de haberse adquirido un compromiso con ellos, según adujo la empresa con sede en Cincinatti (Ohio, EE UU). El acuerdo de la familia Camp con P&G se había fijado en un desembolso de 31.000 millones de pesetas, quedando supeditada al preceptivo permiso de la Dirección General de Transacciones Exteriores.

Sin embargo, en mitad de ese proceso, según P&G, los Camp alcanzaron un acuerdo con Benckiser por 36.000 millones de pesetas. Esto supuso la inmediata reacción de P&G, fabricante del detergente Ariel, con acciones judiciales. Además de las comentadas contra los Camp y los compradores, demandó a la Administración argumentando que Transacciones Exteriores no podía haber concedido el permiso a Benckiser cuando tenía la misma solicitud por otra sociedad.

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