Fiat facturó 4,5 billones de pesetas en 1989

Fiat ha marchado viento en popa en 1989. En una carta enviada ayer a los accionistas de la sociedad, Giovanni Agnelli afirma que la facturación consolidada ascendió a 4,54 billones de pesetas, un 18% más que en 1988. El resultado operativo fue de 476.000 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 29% respecto al año anterior.

Creció también el empleo, con 12.000 puestos más de trabajo que en 1988. La plantilla total a final de 1989 era de 290.000 trabajadores. Si todo el grupo creció en su conjunto, el sector automóvil de Fiat, con las tres marcas de la casa (Fiat, Lancia y ...

Fiat ha marchado viento en popa en 1989. En una carta enviada ayer a los accionistas de la sociedad, Giovanni Agnelli afirma que la facturación consolidada ascendió a 4,54 billones de pesetas, un 18% más que en 1988. El resultado operativo fue de 476.000 millones de pesetas, lo que supone un aumento del 29% respecto al año anterior.

Creció también el empleo, con 12.000 puestos más de trabajo que en 1988. La plantilla total a final de 1989 era de 290.000 trabajadores. Si todo el grupo creció en su conjunto, el sector automóvil de Fiat, con las tres marcas de la casa (Fiat, Lancia y Alfa Romeo) fue el verdadero protagonista con un total de 2.300.000 coches vendidos en 1989. En Europa el aumento representó un 4,251, con una cuota de penetración del 15%, lo que confirma a Agnelli como el primer vendedor de coches en Europa.

El año pasado se produjo un incremento notable de las ventas en países como Portugal, con un 14%; Francia, con un 5,9%, y España, con un 5,2%. En cuanto a Brasil, a pesar de la inflación, Fiat creció un 12,1%.

Agnelli, en su carta, junto a su satisfacción, refleja también preocupación frente a los "nuevos desafíos" y frente a la exigencia de profundizar las nuevas tecnologías ante "la nueva conciencia ecológica".

La carta del rey de Fiat confirma que es más que un simple industrial. Y así se permite dar consejos muy claros al Gobierno de Andreotti, pidiéndole mayor "rapidez" y "rigor" en decisiones de tipo económico que Agnelli considera indispensables para que Italia pueda estar preparada para "el gran desafío comunitario" que se está echando encima.