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La suerte del gordo de la lotería de Navidad llegó a Paiporta, una pequeña localidad del área metropolitana de Valencia, minutos después de las once de la mañana. La administración de lotería de la calle del Primero de Mayo, propiedad de Vicente Piles, vendió 740 decimos correspondientes a 74 de las 80 series del número 61.714. Las seis series restantes quedaron sin vender y fueron devueltas. En total, Piles vendió 1.850.000 pesetas del gordo, que resultó muy repartido en el pueblo.Un descomunal atasco de tráfico, hecho prácticamente insólito en la localidad, mostraba ayer la ale...

La suerte del gordo de la lotería de Navidad llegó a Paiporta, una pequeña localidad del área metropolitana de Valencia, minutos después de las once de la mañana. La administración de lotería de la calle del Primero de Mayo, propiedad de Vicente Piles, vendió 740 decimos correspondientes a 74 de las 80 series del número 61.714. Las seis series restantes quedaron sin vender y fueron devueltas. En total, Piles vendió 1.850.000 pesetas del gordo, que resultó muy repartido en el pueblo.Un descomunal atasco de tráfico, hecho prácticamente insólito en la localidad, mostraba ayer la alegría de los premiados. Las salas de espera del ambulatorio local se vaciaron en cuestión de minutos, en una extraña curación colectiva. Todo el pueblo se reunió en la calle del Primero de Mayo.

Pablo Mena paró su coche en Paiporta y se llevó a su pueblo, Tarancón (Cuenca), 10.000 millones de pesetas. La cervecería Keller Beer, propiedad de Mena, desde ¡a que repartió una lluvia de millones, también se vio inundada ayer por curiosos y vecinos muchos de los cuales, como en Paiporta, festejaban e acontecimiento sin haber sido agraciados. Mena declaró que ni siquiera recordaba en qué lugar había parado para comprar la lotería.

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