El Ayuntamiento rechaza el referéndum y la restricción de tráfico en el centro urbano
El equipo de gobierno municipal de centro-derecha, que preside Agustín Rodríguez Sahagún, rechazó ayer en el pleno del Ayuntamiento de Madrid la propuesta realizada por Izquierda Unida para hacer un referéndum sobre el cierre del tráfico en el centro de Madrid. Asimismo, se mostró en desacuerdo con la propuesta presentada por los socialistas para impedir el acceso a la zona delimitada por los paseos de Recoletos y del Prado, las rondas de Toledo y de Valencia y las calles de Bailen y de la Princesa.La situación del tráfico madrileño se convirtió en uno de los temas estrella del plen...
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El equipo de gobierno municipal de centro-derecha, que preside Agustín Rodríguez Sahagún, rechazó ayer en el pleno del Ayuntamiento de Madrid la propuesta realizada por Izquierda Unida para hacer un referéndum sobre el cierre del tráfico en el centro de Madrid. Asimismo, se mostró en desacuerdo con la propuesta presentada por los socialistas para impedir el acceso a la zona delimitada por los paseos de Recoletos y del Prado, las rondas de Toledo y de Valencia y las calles de Bailen y de la Princesa.La situación del tráfico madrileño se convirtió en uno de los temas estrella del pleno municipal de ayer. Por un lado, Izquierda Unida llevó su propuesta para convocar un referéndum entre los madrileños con el fin de que éstos decidan si quieren mantener la situación actual o consideran necesaria la restricción del tráfico.
Según la propuesta de IU, si se hubiera realizado el referéndum y hubiera resultado ganadora la política restrictiva, se habría dado a elegir a los madrileños entre la aplicación de medidas limitadoras del número de vehículos -matrículas pares un día e impares otro- o el cierre al tráfico privado de una amplia zona central, delimitada por las calles Alberto Aguilera, Génova, paseos de Recoletos y Prado, rondas, Bailén y Princesa, Alberto Aguilera y Génova.
Sin embargo, la propuesta de referéndum llegó ayer al pleno derrotada. El equipo de gobierno había manifestado que una restricción de esta magnitud no se podía acometer al no existir suficiente transporte público para absorber la potencial demanda creada por los 500.000 conductores que, a diario, se trasladan a Madrid desde la periferia.
El PSOE había indicado antes de entrar en el pleno que no se podía traspasar la responsabilidad de los problemas a los vecinos con un referéndum. A la hora de la votación se abstuvo.
Tampoco la propuesta de los socialistas prosperó. Su solicitud para que el equipo de gobierno limitara el acceso del tráfico privado al área central en un horario limitado corrió la misma suerte.
El Ayuntamiento rechazó la restructuración del sector del taxi propuesta por el PSOE. Por el contrario fue aprobada la conversión de 750 trabajadores laborales en funcionarios.