Tribuna:

Llueve sobre mojado

La bolsa madrileña perdió en la jornada de ayer el nivel del 300% por segunda vez en este ejercicio, sin que los participantes en el mercado consigan ponerse de acuerdo sobre las causas concretas. En primer lugar hay que situar la debilidad que ha mostrado la bolsa desde el pasado mes, a pesar de que las apariencias inclinaban a pensar en una consolidación de las cotizaciones. La absoluta falta de dinero que se ha sufrido en estas sesiones ha desembocado en este nuevo retroceso, cuya coincidencia con el encarecimiento de los tipos de interés y la crisis desatada en Panamá por la intervención n...

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La bolsa madrileña perdió en la jornada de ayer el nivel del 300% por segunda vez en este ejercicio, sin que los participantes en el mercado consigan ponerse de acuerdo sobre las causas concretas. En primer lugar hay que situar la debilidad que ha mostrado la bolsa desde el pasado mes, a pesar de que las apariencias inclinaban a pensar en una consolidación de las cotizaciones. La absoluta falta de dinero que se ha sufrido en estas sesiones ha desembocado en este nuevo retroceso, cuya coincidencia con el encarecimiento de los tipos de interés y la crisis desatada en Panamá por la intervención norteamericana obligan a achacarles parte de la culpa. Lo cierto es que el dinero no encuentra atractivo alguno en la bolsa, bien por su indefinición, bien porque el dinero cuenta ahora con unas alternativas que aúnan una rentabilidad muy alta con una ausencia total de riesgos.Uno de los grupos que más ha influido en este retroceso del mercado ha sido el bancario, cuyas cotizaciones empiezan a sentir la influencia de la constante presión del papel. La resistencia que mostraban la mayoría de los componentes de este sector parece haber concluido, aunque el papel continúa apareciendo en operaciones a cambio convenido o en aplicaciones. El Banco Central registró una de estas operaciones por un total de 807.000 títulos y a un precios que superaba en un 10% al del mercado.

Una apertura discreta de Wall Street permitió una ligera recuperación a lo largo de la tarde, pero el ambiente no había cambiado en absoluto.

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