Los hinchas más violentos, ingleses y holandeses, juntos

Las dos aficiones más violentas de Europa, aisladas, pero juntas. No sólo los hinchas ingleses han sido desplazados en principio fuera de la península italiana, sino también los holandeses. Aquéllos, con la designación de su equipo como cabeza de serie, a dedo. Éstos, por el azar de los bombos. Inglaterra y Holanda han coincidido, en efecto, en el grupo F, el isleño, en el que se prevé que sus furibundos seguidores puedan ser sometidos a un control más riguroso por la policía, que se ha apresurado a calificar su enfrentamiento como de alto riesgo. La primera jugará sus tres partidos en Cag...

Las dos aficiones más violentas de Europa, aisladas, pero juntas. No sólo los hinchas ingleses han sido desplazados en principio fuera de la península italiana, sino también los holandeses. Aquéllos, con la designación de su equipo como cabeza de serie, a dedo. Éstos, por el azar de los bombos. Inglaterra y Holanda han coincidido, en efecto, en el grupo F, el isleño, en el que se prevé que sus furibundos seguidores puedan ser sometidos a un control más riguroso por la policía, que se ha apresurado a calificar su enfrentamiento como de alto riesgo. La primera jugará sus tres partidos en Cagliari (Cerdeña); la segunda, dos en Palermo (Sicilia). Con ellas estarán Irlanda y Egipto. Precisamente, la presencia de la selección irlandesa al lado de la inglesa -el primer encuentro será entre ellas- supone un interés añadido por su tradicional rivalidad. Se da la circunstancia de que Inglaterra fue eliminada en la primera fase del último Campeonato de Europa por Holanda e Irlanda. El grupo más fuerte en teoría es el B. Argentina, la defensora del título; la Unión Soviética, siempre potente, y Rumania, en buena forma, han de sostener una pugna tenaz. Camerún, que dejó un grato recuerdo en la cita de España 82 -empató con Italia, la vencedora; Polonia y Perú-, puede constituirse en una comparsa decisiva, ya que los demás conjuntos querrán ganarle por la mayor diferencia de goles posible.

Los grupos A y C parecen cortados por el mismo patrón. En ambos hay un cuadro superior: Italia, en un caso, y Brasil, en otro. Y en ambos hay dos muy equilibrados: Austria y Checoslovaquia, por una parte, y Suecia y Escocia, por otra. Estados Unidos, deseado casualmente por Azeglio Vicini y sus azzurri, y Costa Rica son las cenicientas respectivas. Para el primero de estos equipos, el norteamericano, sería muy importante obtener algún punto con vistas a la promoción en su país del próximo torneo, el de 1994, ya que será su organizador. La clasificación más sencilla sobre el papel la tienen la República Federal de Alemania y Yugoslavia, pues comparten el grupo D con Colombia, cuyo fútbol está traumatizado por culpa del narcotráfico, y Emiratos Árabes Unidos.

Los líderes de los grupos A, B, C y D, que, según el pronóstico más lógico, el menos arriesgado, serían Italia, Argentina, Brasil y la República Federal de Alemania, son los más favorecidos por el sorteo, dado que sus adversarios en la eliminatoria siguiente, la de los octavos de final, serán los cuatro terceros que hayan pasado por puntuación.

El hecho de que a la anfitriona siempre se la mima se demuestra hasta en los cuartos de final. De llegar a ellos y partiendo de la base de su triunfo en el grupo A, Italia se opondría a un segundo, el del B o el del F, no a un primero. Pero, como no todo se puede controlar, aquél podría ser la URSS, Rumania o incluso Argentina y éste Inglaterra u Holanda.