Dos hijos de Ynestrillas causan un incidente en el juicio por el asesinato de su padre

Ricardo y Martín Ricardo Sáenz de Ynestrillas, hijos del comandante del mismo apellido asesinado por ETA, golpearon ayer los cristales blindados de la sala antiterrorista de la Audiencia Nacional que les separaban de los etarras que estaban siendo juzgados en ese momento.

El altercado se produjo en el juicio celebrado contra José Ignacio de Juana, Antonio Troitiño, Esteban Nieto, Inés del Río e Inmaculada Noble, activistas del comando Madrid que intervinieron en el asesinato del teniente coronel Carlos Besteiro, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas y el soldado Francisco Ca...

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Ricardo y Martín Ricardo Sáenz de Ynestrillas, hijos del comandante del mismo apellido asesinado por ETA, golpearon ayer los cristales blindados de la sala antiterrorista de la Audiencia Nacional que les separaban de los etarras que estaban siendo juzgados en ese momento.

El altercado se produjo en el juicio celebrado contra José Ignacio de Juana, Antonio Troitiño, Esteban Nieto, Inés del Río e Inmaculada Noble, activistas del comando Madrid que intervinieron en el asesinato del teniente coronel Carlos Besteiro, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas y el soldado Francisco Casillas, perpetrado el 17 de junio de 1986, en una calle de Madrid.Los incidentes se iniciaron a raíz de la declaración del tercero de los acusados, José Ignacio de Juana, quien tras haber reconocido su participación directa en los crímenes restó importancia a su declaración en comisaría porque había pasado "10 días a palo limpio".

En ese momento, el padre del soldado asesinado dijo que no hacía falta juicio, que se los tenían que dejar a él para que hiciera justicia.

El presidente del Tribunal ordenó a la policía la expulsión de la persona que había alterado el orden. Inmediatamente varios familiares de los fallecidos y algunos ultraderechistas presentes entre el público, profirieron gritos contra los acusados: "Asesinos", "matadles ahí, sin que salgan", "os pagan por matar", así como todo tipo de insultos.

Crispación

Los hijos del comandante Sáenz de Ynestrillas, en un estado de extrema crispación, se lanzaron contra la jaula en la que se encontraban los etarras, golpeando el cristal blindado. Varios policías, tras un intenso forcejeo consiguieron reducirles y expulsarles de la sala, junto con el resto del público. El dirigente ultra Mariano Sánchez Covisa, que estaba entre los asistentes a la vista, dijo en voz baja pero audible: "El presidente y el tribunal son cómplices". Los etarras, mientras tanto, miraban la escena distantes y con gesto de asombro.El juicio continuó con los interrogatorios de los restantes miembros del comando. Todos ellos se negaron a implicar a los otros acusados y a los dos procesados que se encuentran rebeldes, Idoia López Riaño y Juan Manuel Soares Gamboa. Este último se encuentra en Santo Domingo pendiente de un proceso de extradición.

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El fiscal pidió 87 años para cada uno de los acusados como autores de un delito de atentado con resultado de muerte y dos asesinatos, con premeditación y alevosía. La pena que les pueda corresponder, sin embargo, es inoperante, ya que todos ellos se encuentran ya condenados a penas muy superiores a los 30 años de cárcel, máximo período previsto en la legislación española.

Según el fiscal, De Juana, Troitiño y los dos rebeldes fueron los autores materiales del atentado, mientras las mujeres y Esteban Nieto realizaron las vigilancias y labores de apoyo.

Las acusaciones popular y privada solicitaron idénticas penas que el fiscal, mientras que los defensores renunciaron a realizar defensas técnicas.

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