Una ventana metálica cae al patio de una guardería municipal junto a una educadora y un niño

Una ventana metálica cayó el pasado miércoles a escasa distancia de una educadora y un niño que se encontraban en el patio de la guardería municipal El Sol, en la calle de Enrique Jardiel Poncela. El suceso se produjo mientras se inspeccionaba una planta del centro que la Gerencia de Urbanismo quiere utilizar. Por otra parte, el Ministerio de Educación abrió ayer una investigación para esclarecer el caso de una niña de 11 años disminuida psíquica y física que era atada a una silla en un colegio de Móstoles durante las comidas.

Según la declaración de Ana María Villarrubia, educadora de ...

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Una ventana metálica cayó el pasado miércoles a escasa distancia de una educadora y un niño que se encontraban en el patio de la guardería municipal El Sol, en la calle de Enrique Jardiel Poncela. El suceso se produjo mientras se inspeccionaba una planta del centro que la Gerencia de Urbanismo quiere utilizar. Por otra parte, el Ministerio de Educación abrió ayer una investigación para esclarecer el caso de una niña de 11 años disminuida psíquica y física que era atada a una silla en un colegio de Móstoles durante las comidas.

Según la declaración de Ana María Villarrubia, educadora de la guardería municipal, el suceso se produjo sobre las 10.45 horas del pasado miércoles. "Salimos al recreo varias profesores y una docena de niños. Uno de ellos no paraba de llorar por lo que le cogí en brazos para consolarle. Me senté en un banco con él. De pronto cayó una ventana metálica de una altura de un tercer piso a mi espalda. Me rozó el chándal pero al niño, afortunadamente, no le pasó nada. El resto de los pequeños jugaba a los pocos metros", relató.Los empleados de la guardería afirman haber protestado en el Ayuntamiento por las molestias que ocasionan las obras, a su juicio ilegales, que se realizan en el contiguo edificio de la Gerencia Municipal de Urbanismo. Añaden que recientemente un trabajador hizo un boquete en la pared y asomó la cabeza a una de las clases. En la actualidad, la guardería acoge a 60 niños, en su mayor parte hijos de funcionarios del Ayuntamiento.

Los responsables municipales reconocieron ayer el accidente, aunque matizaron que no se había producido durante la realización de una obra, sino durante un reconocimiento inicial del edificio por parte de los operarios de la empresa que tiene adjudicada la conservación de inmuebles municipales.

"En el edificio de la guardería existen dos plantas desocupadas que hemos pensado utilizar para lograr un mayor espacio para oficinas mientras se remodela en profundidad el edificio de la Gerencia de Urbanismo", dijo Pedro Areitio, director de servicios de Obras.

"Estaban viendo qué tipo de obras era necesario hacer cuando un operario abrió la ventana y ésta se cayó. Hemos revisado la estructura y los elementos exteriores y están bien. Fue algo casual", dijo Areitio. "Para evitar que se pueda repetir algún accidente, y aunque las obras que se van a hacer en el centro son interiores, hemos ordenado que durante el mes que duren los trabajos se tape el patio con una estructura colocada sobre un andamiaje".

En otro centro educativo, el colegio Miguel de Unamuno de Móstoles, el Ministerio de Educación ha abierto una investigación oficial para esclarecer una denuncia, según la cual se ataba a la niña de 11 años Susana Valverde, disminuida fisica y psíquica, a una silla y a una columna durante las comidas (Ver EL PAÍS de ayer).

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Los padres de la niña avisaron a una dotación policial cuando comprobaron los hechos, pero la policía no intervino porque la inspectora del ministerio en la zona, María Teresa Hernández, asumió hacerse cargo de la situación, lo que no hizo, según los padres.

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