Labordeta dice que vuelve a la política porque la democracia está agarrotada

Lo último que hizo anoche el cantautor aragonés José Antonio Labordeta en Zaragoza fue cantar. Porque ese no era el principal motivo de su presencia en el Palacio de Deportes de la capital aragonesa. Antes que nada Labordeta, habló. Y cosechó casi tantos apluasos como los que algo más tarde merecería su popular Canto a la libertad. José Antonio Labordeta, que había desaprecido de la escena política aragonesa, tras presentarse en 1979, en las listas del PCE a las primeras elecciones municipales democráticas, explicó anoche en Zaragoza que su regreso "al ruedo" obedece a la constatación d...

Lo último que hizo anoche el cantautor aragonés José Antonio Labordeta en Zaragoza fue cantar. Porque ese no era el principal motivo de su presencia en el Palacio de Deportes de la capital aragonesa. Antes que nada Labordeta, habló. Y cosechó casi tantos apluasos como los que algo más tarde merecería su popular Canto a la libertad. José Antonio Labordeta, que había desaprecido de la escena política aragonesa, tras presentarse en 1979, en las listas del PCE a las primeras elecciones municipales democráticas, explicó anoche en Zaragoza que su regreso "al ruedo" obedece a la constatación de que "la democracia española está agarrotada y la autonomía y la bandera de Aragón están siendo manipuladas por gentes que nunca hicieron nada por conseguirlas"."¡En el Senado me veo como una mosca cojonera!" exclamó el cantautor, candidato de la coalición Izquierda Unida (IU) a la Cámara Alta, en un mitin al que asistieron cerca de 4.000 personas.

El cantautor se confesó avergorzando por la pérdida, dijo, de "la presencia humana, política y cultural que Aragón poseía en 1979". "Por todo eso", sentenció Labordeta, "vuelvo al ruedo de la política". Y explicó que su regreso se producía en las filas de Izquierda Unida porque en esta coalición "están todos los que ya estuvieron en la lucha de verdad".

El mitin acabó con la intervención del número uno de Izquierda Unida, Julio Anguita, quien compartió el estrellato con Labordeta, y calificó a la OTAN como "auténtica banda armada" y definió a los Gobiernos pertenencientes al tratado atlántico como "lacayos de los fabricantes de muerte".