Tribuna:

Equipos distintos

La memoria está aún muy fresca. Si el 0-3 del Trofeo Bernabéu ya parece más lejano, las imágenes mentales del 1-1 del 5 de abril aún brillan; y el 5-0 del 19 de abril aún escuece. Y el 24 de mayo, el Milán volvió a España para dictar sentencia inapelable en la Copa de Europa 88-89 sobre el Steaua en el Camp Nou.Las fechas han repercutido de forma significativa en las dos entidades. Mientras el 19 de abril obligó a reformas urgentes en el Madrid, el 24 de mayo selló la continuidad de Sacchi y su conjunto campeón de Europa.Cinco meses después, el Madrid se apresta a sacarse la espina con una def...

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La memoria está aún muy fresca. Si el 0-3 del Trofeo Bernabéu ya parece más lejano, las imágenes mentales del 1-1 del 5 de abril aún brillan; y el 5-0 del 19 de abril aún escuece. Y el 24 de mayo, el Milán volvió a España para dictar sentencia inapelable en la Copa de Europa 88-89 sobre el Steaua en el Camp Nou.Las fechas han repercutido de forma significativa en las dos entidades. Mientras el 19 de abril obligó a reformas urgentes en el Madrid, el 24 de mayo selló la continuidad de Sacchi y su conjunto campeón de Europa.Cinco meses después, el Madrid se apresta a sacarse la espina con una defensa renovada, un esquema radicalmente distinto y un técnico ansioso de cazar los fantasmas del pasado imperfecto de su nuevo club. El Milán intentará mantenerse en las pantallas de Berlusconi hasta la próxima primavera a base del mismo sistema campeón, pero con la ausencia de importantes piezas.

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Ruud Gullit, que hizo una rehabilitación forzada para poder jugar la final de Barcelona, ha pagado con una recaída que, según algunas fuentes italianas, incluso amenaza su carrera. Su compatriota Marco Van Basten, junto con el centrocampista Ancelotti y el media punta Donadoni, intentan recuperarse a tiempo para medirse con el Madrid.

Afortunadamente para Berlusconi, el 24 de mayo le sirvió de excusa para anteponer sus deseos a los de su entrenador, Arrigo Sacchi. Mientras el técnico prefería trabajar con una plantilla reducida y satisfecha, Berlusconi insistía en que el campeón de Europa sería un equipo muy solicitado, y ordenó una ampliación de su capital futbolístico. Mientras la única baja sensible fue la del veterano Virdis, Berlusconi realizó once zarpazos en el mercado domestijo para establecer un stock de suficiente calidad para paliar sin problemas la sobrecarga de partidos.

De esta forma, el Milán se presentó para la nueva campaña con las incorporaciones del portero Pazzagli, el lateral Carobbil los centrocampistas Stroppa, Massaro, Salvatori y Fusa, los delanteros Borgonovo, Galderisi y el recuperado Simone.El 'Milán bis'

Ni Berlusconi ni Sacchí pudieron imaginar que tendrían que recurrir tan pronto a sus refuerzos del llamado Milán bis. El conjunto ha tenido unos comienzos desconcertantes en el campeonato italiano, cediendo en la segunda jornada un 0-1 en San Siro frente al Lazio (autogol de Maldini) que puso fin a una racha de 31 partidos sin derrota que se había iniciado en el mes de enero. Actualmente, el Milán se encuentra en quinta posición, a dos puntos de los líd eres, con tres victorias y dos empates en seis jornadas. Ha marcado tan sólo nueve veces.

Ante esta evidencia, Sacchi recurre a la frase que repetía antes de enfrentarse al Madrid en abril. "Tenemos un conjunto y un juego de gran calidad, pero debemos traducir nuestro fútbol en más goles, especialmente por parte de los hombres que suben desde atrás". Ancelotti, Donadoni y Rikjaard colaboraron con Sacchi y con el holandés Van Basten para meter seis goles al Madrid en 180 minutos.

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