La revolución de las antenas

Las televisiones privadas producirán una radical transformación en los sistemas de recepción

Tras las decisiones administrativas y empresariales el tema de las televisiones privadas entra en una fase técnica decisiva para que los nuevos programas lleguen perfectamente al mayor número de españoles. Según fuentes del sector fabricante y de instalación de antenas, al menos el 80% de las instalaciones colectivas de recepción deberá modificarse. Por otra parte, las televisiones privadas podrán llegar desde el primer momento a todos los lugares si se utiliza un equipo de estación de satélite receptor-transmisor que ha sido diseñado y construido por varias empresas españolas.

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Tras las decisiones administrativas y empresariales el tema de las televisiones privadas entra en una fase técnica decisiva para que los nuevos programas lleguen perfectamente al mayor número de españoles. Según fuentes del sector fabricante y de instalación de antenas, al menos el 80% de las instalaciones colectivas de recepción deberá modificarse. Por otra parte, las televisiones privadas podrán llegar desde el primer momento a todos los lugares si se utiliza un equipo de estación de satélite receptor-transmisor que ha sido diseñado y construido por varias empresas españolas.

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Los primeros programas de la televisión privada llegarán a las casas españolas seguramente a partir de las próximas navidades. Para entonces millones de hogares -sobre todo los que tienen antenas colectivas- habrán tenido que adaptar los actuales equipos de recepción (antenas y cables que conducen las señales hasta el televisor) para acceder a las nuevas señales.Los equipos receptores deberán incorporar nuevos amplificadores, uno por cada uno de los canales. También habrá que cambiar el tendido de cable en las instalaciones antiguas. La operación puede costar unas 50.000 pesetas por comunidad que tenga una antena colectiva o entre 5.000 y 30.000 pesetas por vecino, según los casos.

Ante la necesidad de ejecutar estas operaciones los fabricantes de equipos ya se han anticipado a publicar las normas que han de seguir los instaladores. Por otra parte, la Dirección General de Telecomunicaciones y Retevisión (red técnica que transportará las señales de las televisiones) prepara un folleto explicativo para los usuarios sobre este mismo tema "para que se logren evitar los posibles fraudes de instalación y de precios y para que el telespectador sepa a qué atenerse", según han explicado fuentes directivas de este organismo autónomo, creado recientemente.

En las sesiones del Salón Internacional de la Imagen y Sonido (Sonimag), que se celebra estos días en Barcelona, ha estado presente este tema y otro también importante para las nuevas televisiones privadas y sobre todo para los usuarios: la posibilidad de que se vean los programas privados en capitales de provincia pequeñas y en el medio rural desde el primer momento, sin esperar a que dentro de uno, dos o tres años lleguen las señales servidas por Retevisión de acuerdo con el plan técnico de la televisión privada.

Medio rural

La empresa española Televés ha presentado en este certamen su modelo de estación satélite receptor transmisor (SRTV), que permite colocar, por ejemplo, en el centro o en cualquier finca de un pueblo de 10.000 habitantes, un equipo consistente básicamente en una antena parabólica que recibe las señales de las privadas y un reemisor que lanza las señales por vía herciana hacia las antenas normales colocadas en los tejados.

Esto es posible debido a que se utilizará el satélite, primero uno de la organización europea Eutelsat y después el español Hispasat, para transportar las señales. Por esta misma razón todos aquellos que tengan antenas parabólicas en cualquier lugar de la geografía española podrán recibir desde el comienzo de sus emisiones las cadenas privadas, con excepción de los programas regionalizados. Según el plan técnico las televisiones privadas podrán verse al principio sólo en Madrid y Barcelona y en 1994 alcanzarán una cobertura del 80% del territorio nacional.

Al menos otras dos empresas españolas -Mier y Pesa- tienen dispuesto para su comercialización un modelo similar, fruto, al igual que el anterior, de un acuerdo con la red de Televisión Española. El coste de este equipo se calcula entre tres millones y seis millones de pesetas, según las potencias y las coberturas.

Fuentes directivas de Retevisión han afirmado que se apoyará desde este organismo el proceso de anticipación de las señales mediante acuerdos y cualquier otra forma de colaboración con empresas y entidades, siempre que se trate de equipos e instalaciones de calidad, de tal manera que se puedan integrar en la red.

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