Comunica

En la bolsa, al cierre, había ayer cierto miedo. Resulta que Telefónica había subido, al calor de lo ocurrido en Wall Street, y los más pesimistas no podían dejar de pensar en el futuro de las comunicaciones. Hay una especie de leyenda, en la que muchos creen, según la cual cuando La compañía que dirige Cándido Velázquez sube, las líneas telefónicas bajan, es decir, empeoran. Quien más quien menos recuerda los resultados de la época de Luis Solana, los económicos y los padecidos por el usuario. Cada vez que un operador marcaba un número y lo encontraba comunicando ponía los ojos en blanco y ro...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En la bolsa, al cierre, había ayer cierto miedo. Resulta que Telefónica había subido, al calor de lo ocurrido en Wall Street, y los más pesimistas no podían dejar de pensar en el futuro de las comunicaciones. Hay una especie de leyenda, en la que muchos creen, según la cual cuando La compañía que dirige Cándido Velázquez sube, las líneas telefónicas bajan, es decir, empeoran. Quien más quien menos recuerda los resultados de la época de Luis Solana, los económicos y los padecidos por el usuario. Cada vez que un operador marcaba un número y lo encontraba comunicando ponía los ojos en blanco y rogaba a Dios una baja de las matildes. Pero ayer, Dios hacía vacaciones o, como tantos otros inversores, no estaba por la bolsa.

Archivado En