La masa salarial bruta por trabajador se elevó en 1988 a 2,9 millones de pesetas

La masa salarial bruta (MSB) se elevó en 1988 a 2,9 millones de pesetas por trabajador (2,7 millones en 1987). Si se excluyen las cotizaciones a la Seguridad Social —que representa casi un 21% de dicha cifra—, la MSB se sitúa en 2,3 millones. Así se desprende de un estudio realizado por el Ministerio de Economía y Hacienda, entre 699 empresas de toda España y con una plantilla superior a los 200 trabajadores.

En cuanto a su estructura, la MSB se compone de las retribuciones fijas que incluyen el sueldo base, los complementos de carácter fijo y los derivados de la antigüedad ...

La masa salarial bruta (MSB) se elevó en 1988 a 2,9 millones de pesetas por trabajador (2,7 millones en 1987). Si se excluyen las cotizaciones a la Seguridad Social —que representa casi un 21% de dicha cifra—, la MSB se sitúa en 2,3 millones. Así se desprende de un estudio realizado por el Ministerio de Economía y Hacienda, entre 699 empresas de toda España y con una plantilla superior a los 200 trabajadores.

En cuanto a su estructura, la MSB se compone de las retribuciones fijas que incluyen el sueldo base, los complementos de carácter fijo y los derivados de la antigüedad del trabajador en la empresa; de las variables: complementos de producción, de asistencia y otros pluses, y que representan el 11,7% de la MSB para el conjunto de la muestra y, por último, de otros conceptos como ventajas sociales, horas extraordinarias y la Seguridad Social a cargo de la empresa.

La distribución porcentual de la MSB presenta en 1988 valores similares a los del año anterior, con un ligero aumento de los componentes fijos, que se sitúan en el 62% del total, y un pequeño descenso en el capítulo de otros conceptos, mientras se mantiene el peso relativo de las remuneraciones variables.

Según el estudio, la productividad de las horas extraordinarias no está demostrado si es mayor o menor que la de las horas de trabajo normales. "Mientras hay quien mantiene que es más baja", añade, "debido al cansancio de los trabajadores ante la duración de la jornada, existen posturas contrarias que sostienen que en las primeras horas del día el rendimiento es menor".

Asimismo, la relación entre las ventajas sociales y la productividad del trabajo no es apreciable, según el ministerio, aunque éste señala que algunos factores incluidos en este apartado —como son los gastos destinados a la seguridad e higiene en el trabajo o a formación personal— pueden tener cierta incidencia en el absentismo y en la cualificación de las plantillas.

Empresas públicas y privadas

Comparando la estructura de la MSB en las empresas públicas y en las privadas puede observarse que en éstas últimas es superior el porcentaje de la masa salarial bruta que tiene carácter fijo (64%, contra un 57%), mientras que las empresas públicas dedican una mayor proporción de la retribución a los complementos de carácter variable relacionados con la productividad (7,5%, contra un 5,6%).

Las empresas que registran pérdidas presentan retribuciones de carácter variable proporcionalmente superiores a las empresas con beneficios. Por el contrario, las ventajas sociales alcanzan mayor peso en las empresas con beneficios, destacando en este sentido, como en años anteriores, las empresas públicas.

Los componentes variables del salario tienen una mayor importancia relativa en las empresas extranjeras que en las españolas —17,3% de la retribución total en las primeras, frente al 15,6% en las segundas—, aunque las mayores diferencias se producen entre las empresas con beneficios y las con pérdidas. Éstas últimas presentan una estructura salarial en la cual las retribuciones variables casi alcanzan el 24%, 10 puntos por encima de las empresas con beneficios.

En las empresas de mayor tamaño, con más de 500 trabajadores, se produce una mayor ponderación de las retribuciones variables, frente a las empresas de menor dimensión, en las que las retribuciones fijas tienen un mayor peso relativo.