La teología de Vicent

Colega, veo que no necesitas serpientes de verano como los periodistas mortales. Tú puedes ser tu propia serpiente, enroscada a la columna. Te imagino escribiendo contra los teólogos, desde algún grato lugar, fresquito, sabiamente escogido... Yo te contesto en nombre de unos cuantos pequeños teólogos de sotana brillante, a los que veo cuando voy a la iglesia, ¡revestidos!, congestionados, sudando el alma, mientras ofician para un grupo de insignificantes viejecitas.Ya sabes que no suelen llegar al salario mínimo interprofesional. ¡Y han estudiado un carro de cosas! Tienen que hacer alguna cari...

Colega, veo que no necesitas serpientes de verano como los periodistas mortales. Tú puedes ser tu propia serpiente, enroscada a la columna. Te imagino escribiendo contra los teólogos, desde algún grato lugar, fresquito, sabiamente escogido... Yo te contesto en nombre de unos cuantos pequeños teólogos de sotana brillante, a los que veo cuando voy a la iglesia, ¡revestidos!, congestionados, sudando el alma, mientras ofician para un grupo de insignificantes viejecitas.Ya sabes que no suelen llegar al salario mínimo interprofesional. ¡Y han estudiado un carro de cosas! Tienen que hacer alguna caridad dificil de cuando en cuando. Y son felices. Yo creo que todo eso sólo lo pueden hacer porque creen en Dios amor.

Para ti, decir que la nueva teología puede ser una corbata italiana, y que el mejor teólogo es el que no cree en Dios, después de pasar como una exhalación sobre siglos de pensamiento, es un ejercicio literario que ejecutas brillantemente para ganarte la vida. ¿No? Sí, claro. Tu peculiarísimo look personal y la atractiva frivolidad apocalíptica de tu estilo no pueden significar otra cosa.

Eres un famoso escritor que, a veces, hace daño a gentes sencillas. Porque así como dices que la teología es un modo de hilar, tu periodismo es un modo de confundir.-