Giuseppe Vinci

no ha querido quedarse atrás. El párroco de la localidad siciliana de Sambuca, de 32 años, ha seguido el ejemplo de sus dos antecesores y ha decidido colgar los hábitos, incapaz de resistir las tentaciones del mundo. Giuseppe Vinci se ha casado en la llamada "parroquia maldita". El primero fue Alfonso di Giovanna, que se inscribió en el partido comunista y poco tiempo después se convirtió en el alcalde de la localidad. Los vecinos dividen sus opiniones entre el maleficio diabólico que dicen que azota a los curas de Sambuca y los que estiman que los restos de una antigua mezquita destrui...

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no ha querido quedarse atrás. El párroco de la localidad siciliana de Sambuca, de 32 años, ha seguido el ejemplo de sus dos antecesores y ha decidido colgar los hábitos, incapaz de resistir las tentaciones del mundo. Giuseppe Vinci se ha casado en la llamada "parroquia maldita". El primero fue Alfonso di Giovanna, que se inscribió en el partido comunista y poco tiempo después se convirtió en el alcalde de la localidad. Los vecinos dividen sus opiniones entre el maleficio diabólico que dicen que azota a los curas de Sambuca y los que estiman que los restos de una antigua mezquita destruida para enclavar la nueva iglesia estarían haciendo ahora sus estragos. Mientras, el obispo ha anunciado una próxima visita a Sambuca para poder tener más datos.

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