Tribuna:

Aburrimiento versus riesgo

La inactividad continúa dominando los mercados de valores, limitándose las variaciones a un simple cambio ambiental que apenas tiene incidencia sobre las cotizaciones. En esta última sesión se produjo una reacción entre algunos valores eléctricos, muy posiblemente al amparo del aumento de contratación que está viviendo Hidrola y que ha obligado a prestar algo más de atención a este sector. Las cotizaciones subieron ligeramente, aunque no contaron con el apoyo del principal valor del grupo, por lo que apenas empujaron al índice. Al margen de esta anécdota, el mercado apenas aportó novedades, ma...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La inactividad continúa dominando los mercados de valores, limitándose las variaciones a un simple cambio ambiental que apenas tiene incidencia sobre las cotizaciones. En esta última sesión se produjo una reacción entre algunos valores eléctricos, muy posiblemente al amparo del aumento de contratación que está viviendo Hidrola y que ha obligado a prestar algo más de atención a este sector. Las cotizaciones subieron ligeramente, aunque no contaron con el apoyo del principal valor del grupo, por lo que apenas empujaron al índice. Al margen de esta anécdota, el mercado apenas aportó novedades, manteniendo el nivel de contratación casi en las mismas cifras que las sesiones anteriores, aunque habrá que tener en cuenta el descenso de un 20% en la contratación de los valores bancarios.El mercado continuo, con la incorporación de los dos últimos valores antes del paréntesis veraniego, centró parte de la atención al ser objeto de un fuerte proceso selectivo, con un importante volumen de negocio en Hidrola -algo más de 450.000 títulos- y una sola operación a cargo de Zardoya y Vidral.

En el sector bancario abundaron las repeticiones y los recortes, con papel y dinero bastante equilibrados en tanto era el primero el que mandaba, como demuestra el que se cubrieran las posiciones vendedoras en torno a un 55% y las compradoras al 100%, con las lógicas excepciones. Las posiciones al cierre denotaban la misma ausencia de orientación que la jornada.

Archivado En