Cartas al director

'Cebollones'

En mis ya lejanos años colegiales solíamos practicar un juego destinado en esencia a ofender y sacar los colores a los primeros de la clase. Consistía en introducir, en las conversaciones del patio, un error de bulto en una aseveración cualquiera, a fin de que el listo de turno se sintiera movido a enmendarlo. Se decía, por ejemplo: "Cuando zarpó Colón para dar la vuelta al mundo...", para que el erudito interrumpiera: "Querrás decir Magallanes". La corrección era esperada por todo el corro para señalarle con el índice y corear al unísono: "¡Cebollón!". Parece ser que el juego no ha perdido na...

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En mis ya lejanos años colegiales solíamos practicar un juego destinado en esencia a ofender y sacar los colores a los primeros de la clase. Consistía en introducir, en las conversaciones del patio, un error de bulto en una aseveración cualquiera, a fin de que el listo de turno se sintiera movido a enmendarlo. Se decía, por ejemplo: "Cuando zarpó Colón para dar la vuelta al mundo...", para que el erudito interrumpiera: "Querrás decir Magallanes". La corrección era esperada por todo el corro para señalarle con el índice y corear al unísono: "¡Cebollón!". Parece ser que el juego no ha perdido nada de su vigencia, y podría recuperar parte de su virulencia, a juzgar por el buen número de cebollones que se dirigen a usted para denunciar y enmendar los cuantiosos errores intencionados o involuntarios que casi a diario se deslizan de manera inevitable en ese periódico de su digna dirección. - Juan Benet.

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