Steffi Graf acabó con el sueño de Arantxa Sanchez

El sueño de la tenista española Arantxa Sánchez Vicario (la séptima cabeza de serie), que comenzó el 29 de mayo en el torneo de Roland Garros, concluyó ayer, 36 días después, con una derrota ante la alemana occidental Steffi Graf (la primera) por 5-7 y 1-6 en los cuartos de final de Wimbledon. Arantxa, de 17 años, ha estado 36 días haciendo travesuras por las pistas y, pese a que Steffi, de 19, quería bajarla de las nubes, despertarla con una pesadilla, concluyó su sueño de manera dulce: en la cancha central de Wimbledon, ante la número uno mundial, con el público a su favor y con una derrota ...

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El sueño de la tenista española Arantxa Sánchez Vicario (la séptima cabeza de serie), que comenzó el 29 de mayo en el torneo de Roland Garros, concluyó ayer, 36 días después, con una derrota ante la alemana occidental Steffi Graf (la primera) por 5-7 y 1-6 en los cuartos de final de Wimbledon. Arantxa, de 17 años, ha estado 36 días haciendo travesuras por las pistas y, pese a que Steffi, de 19, quería bajarla de las nubes, despertarla con una pesadilla, concluyó su sueño de manera dulce: en la cancha central de Wimbledon, ante la número uno mundial, con el público a su favor y con una derrota digna en un partido en el que tuvo oportunidades para haber llegado todavía más lejos.

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La derrota de Arantxa Sánchez ante Steffi Graf no puede sorprender a nadie y, sin embargo, dejó un mal sabor de boca. Y es que, si antes de la final de Roland Garros nadie en su sano juicio podía apostar por ella ante la alemana, después de aquel histórico 10 de junio y lo visto ayer en el primer set, todo el mundo ya es consciente de que Arantxa está muy cerca del nivel de la número uno y que a partir de ahora los partidos entre ambas van a ser durísimos. De hecho, Arantxa tuvo ayer oportunidades para ganar la primera manga porque se colocó con ventaja de 5-4 y el servicio a su favor. Si lo hubiese conseguido, el encuentro podría haber sido muy similar al de París pese a jugarse en una superficie como la hierba en la que las armas de Steffi son mucho más eficaces que las de Arantxa.El partido de ayer no tuvo la magia de la final de Roland Garros ni tampoco desembocó en una jornada de llanto nacional. Primero, porque el público ya sabe que una victoria de Arantxa no es un milagro. Segundo, porque la española no pudo mantenerse en la lucha al perder su opción con la primera manga.

Steffi salió a la pista dispuesta a vengarse. Acelerada, con ganas de golpear la bola, en su cara podía leerse la tremenda ambición por colocar un resultado apabullante en el marcador. Y, de hecho, el temor se apoderó de algunos cuando tomó ventaja de 2-0. Pero Arantxa, siempre con la sonrisa que ha cautivado a los británicos a flor de piel, no sólo igualó el resultado, sino que tuvo dos ocasiones para colocarse con ventaja de 4-3. Las perdió, pero, desde el fondo, devolviendo los tremendos derechazos de Steffi, como si de travesuras infantiles se tratase, rompió el saque de la alemana y se situó con ventaja de 5-4 y el saque a su favor. Ahí perdió el partido. Ahí se acabó el sueño. Ahí voló su gran oportunidad. Arantxa sirvió fatal y tres derechazos de Steffi le rompieron el saque con la guinda de una doble falta final. Arantxa, en los tres últimos juegos de este set, sólo ganó dos puntos por los 12 alcanzados, en cambio, por su adversaria.

El recital

La segunda manga ya fue un recital en solitario de Graf. Muy suelta, aprovechando que sus golpes apenas podían responderse al botar muy poco la pelota -a diferencia de lo que sucede sobre la tierra-, atacó con su derecha como un vendaval. Parecía como una plaga de langostas, en forma de bolas amarillas, de la que Arantxa trataba de defenderse girando su raqueta a derecha e izquierda. La velocidad en la hierba multiplicaba por dos el daño de los golpes de Steffi, que, además, cambió de táctica enviando alternativamente pelotas cortas y largas y tratando de mover a Arantxa verticalmente en lugar de hacerlo horizontalmente. Y su sistema funcionó. Pero Steffi no pudo colocar un 6-0 en el casillero como ella pretendía porque Arantxa ganó el quinto juego. Aun así, la española perdió ventajas en el tercero, el quinto y el sexto antes de caer eliminada en una hora y once minutos vibrantes.

La conclusión no puede ser más positiva. Arantxa ha entrado como una exhalación en la elite del tenis mundial y, teniendo en cuenta la fragilidad del femenino, puede asentarse entre las cinco primeras durante mucho tiempo. Su rendimiento en la hierba de Wimbledon ha sorprendido incluso a sus más fieles seguidores. Ella tenía más fe en sí misma que los demás. Los hechos le han dado la razón.

Steffi jugará en las semifinales ante la norteamericana Chris Evert (la cuarta cabeza de serie), que ayer derrotó a la italiana Laura Golarsa por 6-3, 2-6 y 7-5 después de ir perdiendo por 2-5 en la tercera manga. Evert jugará su 17ª semifinal en sus 18 participaciones en Wimbledom. La otra le aguarda a la también estadounidense Martina Navratilova (2ª), que ganó a su compatriota Gretchen Magers por 6-1 y 6-2 y que prosigue su camino hacia la consecución del récord de nueve victorias en Wimbledon, y la sueca Caterina Lindqvist, que batió a la surafricana Rosalyn Fairbank por 7-5 y 7-5.

Hoy, los hombres

Hoy se jugarán los cuartos de final de la competición masculina de acuerdo con los emparejamientos siguientes: Ivan Lendl, (Checoslovaquia, primer cabeza de serie)-Dan Goldie (Estados Unidos), Boris Becker (República Federal de Alemania, 3º)-Paul Chamberlin (Estados Unidos), John McEnroe (Estados Unidos, 5º)-Mats Wilander (Suecia, 4º) y Stefan Edberg (Suecia, 2º)-Tim Mayotte (Estados Unidos, 8º).

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