Anécdotas del surrealismo socialista

Milea cuenta anécdotas del surrealismo socialista, que inducirían a la risa de no ser cruel realidad.

"Con motivo de no sé ya qué fecha supuestamente glonosa, y en honor de Ceaucescu , declararon electrificada una línea del ferrocarril. En realidad, no lo estaba. Los trenes seguían necesitando las locomotoras de diesel, pero como oficialmente la línea estaba electrificada, ya no teníamos derecho a diesel, por lo que no se podía cumplir el plan de transporte y, como consecuencia, nos recortaban a nosotros el sueldo".

"Una familia conocida de Braila fue a comprar un refrigerado...

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Milea cuenta anécdotas del surrealismo socialista, que inducirían a la risa de no ser cruel realidad.

"Con motivo de no sé ya qué fecha supuestamente glonosa, y en honor de Ceaucescu , declararon electrificada una línea del ferrocarril. En realidad, no lo estaba. Los trenes seguían necesitando las locomotoras de diesel, pero como oficialmente la línea estaba electrificada, ya no teníamos derecho a diesel, por lo que no se podía cumplir el plan de transporte y, como consecuencia, nos recortaban a nosotros el sueldo".

"Una familia conocida de Braila fue a comprar un refrigerador. Ella quería un refrigerador pequeño y él uno grande. Comenzaron a discutir en la tienda hasta que ella le gritó: '¿Para qué diantres quieres el grande? ¿Qué quieres meter dentro, el cuadro de Nicu? [el hijo de Ceaucescu]. La pareja fue detenida por un dependiente que se identificó como miembro de la Securitate'.

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"Doinea Cornea [la escritora disidente arrestada y maltratada por la policía por escribir una carta contra Ceaucescu y dar una entrevista a un medio dé comunicación occidental] fue herida por golpes de la policía. Dice la versión oficial que salió de compras y agredió a un policía. Lo de la agresión ya es ridículo por sí. Lo de salir de compras no lo es nienos", dice Milea con amarga sonrisa.

"Con la represión y la miseria, Ceaucescu ha hundido moralmente a todo el país", afirma. "Los robos en los trenes que teníamos que vigilar eran continuos. Abrían los vagones por las noches y se llevaban todo lo que podían, sobre todo de los vagones que van a Hungría y Yugoslavia".

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