El primer dividendo de Banca Catalana después de la crisis será de 80 pesetas

La próxima junta de Banca Catalana, entidad filial del Banco Bilbao-Vizcaya, aprobará el pago de un dividendo de 80 pesetas por acción que tienen un valor nominal de 1.000 pesetas. La rentabilidad real para el accionista si se incluye la plusvalía bursátil se situará en el 17%, según manifestó ayer el director general de la entidad, 19 José Angel Merodio. El último dividendo repartido por la entidad fue en 1981, ejercicio en el que se repartieron 75 pesetas por acción. El saneamiento efectuado por los nuevos gestores ha conseguido resultados positivos, dos años antes de lo previsto. Cuando el ...

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La próxima junta de Banca Catalana, entidad filial del Banco Bilbao-Vizcaya, aprobará el pago de un dividendo de 80 pesetas por acción que tienen un valor nominal de 1.000 pesetas. La rentabilidad real para el accionista si se incluye la plusvalía bursátil se situará en el 17%, según manifestó ayer el director general de la entidad, 19 José Angel Merodio. El último dividendo repartido por la entidad fue en 1981, ejercicio en el que se repartieron 75 pesetas por acción. El saneamiento efectuado por los nuevos gestores ha conseguido resultados positivos, dos años antes de lo previsto. Cuando el Banco de Vizcaya se hizo cargo de Banca Catalana los estudios efectuados estimaban que el saneamiento de la entidad no se produciría hasta 1990 y que a partir de este ejercicio se podría pensar en repartir dividendo.En el pasado ejercicio la entidad obtuvo un beneficio de 9.017 millones de pesetas , lo que representa un incremento del 136,8% respecto el año anterior. El volumen de negocio comercial de Banca Catalana ha alcanzado en 1988 la cifra de 702.583 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 26,1% respecto a 1987.

Banca Catalana ya ha devuelto 55.000 de los 165.000 millones de pesetas que recibió en ayudas del Banco de España para reflotar la entidad. La entidad tiene la cantidad pendiente de pago, unos 110.000 millones de pesetas, totalmente provisionada en títulos de deuda pública, por lo que su devolución no supondrá ningún coste financiero adicional.

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