Sevillana de Electricidad colocará cuatro millones de acciones entre sus empleados

La compañía Sevillana de Electricidad colocará próximamente entre sus empleados cuatro millones de acciones, lo que representa en términos nominales un importe de 2.000 millones de pesetas. Esta colocación, que será facilitada mediante la concesión de créditos blandos a los interesados, supondrá que el 2,12% del capital social de la empresa eléctrica quedará en manos de sus propios trabajadores.

Los empleados de Sevillana podrán optar a la compra de paquetes accionariales entre 500 y 900 títulos, de acuerdo a un criterio de antigüedad y no de categoría profesional. Las acciones serán va...

La compañía Sevillana de Electricidad colocará próximamente entre sus empleados cuatro millones de acciones, lo que representa en términos nominales un importe de 2.000 millones de pesetas. Esta colocación, que será facilitada mediante la concesión de créditos blandos a los interesados, supondrá que el 2,12% del capital social de la empresa eléctrica quedará en manos de sus propios trabajadores.

Los empleados de Sevillana podrán optar a la compra de paquetes accionariales entre 500 y 900 títulos, de acuerdo a un criterio de antigüedad y no de categoría profesional. Las acciones serán valoradas de acuerdo con un cambio medio, y sobre éste la eléctrica aplicará un descuento entre el 10% y el 15%.Para facilitar más aún la operación a los empleados -que habrán de comprometerse a no vender los títulos durante un plazo de tres años-, la compañía facilitará, a través de una entidad bancaria, la concesión de créditos a bajo tipo de interés. "El objetivo", según afirmó el consejero delegado de Sevillana, Emilio Zurutuza, "es que los rendimientos que produzcan esas acciones amorticen los intereses y una parte del principal del crédito concedido para la adquisición de dichas acciones".

Una vez planteada esta colocación, el paso siguiente es fijar la estrategia a seguir para poder contar con los cuatro millones de acciones que se precisan. En este sentido se barajan dos posibilidades: que Sevillana adquiera en bolsa los títulos que necesita, en definitiva, que empiece a acumular autocartera, o que se plantee una ampliación de capital específica con tal objeto, para lo cual algunos accionistas habrían de renunciar a su derecho preferente.

Paralelamente, la compañía eléctrica va a poner en marcha un mecanismo -basado en toda su red comercial-, a fin de que los clientes que lo deseen puedan optar más fácilmente a la compra de acciones de Sevillana. En este caso, el precio que habrán de pagar no se beneficiará de ningún tipo de descuento, ni se plantea la posibilidad de los créditos blandos previstos para el caso anterior.