Crítica:

De Mille y Lubitsch, la vigencia de los primitivos

LLega esta sobremesa uno de los más carismáticos y gloriosos fastos de Cecil B. de Mille, Sansón y Dafila, largo tiempo ausente de nuestros ojos. Sansón y Dalila procura esa magia especial, ese duende que el cine tenía antes y que tanto poseía De Mille, un primitivo cuyo cine permanece vigente. No sólo hace falta comprobar la práctica desaparición del cine bíblico de la producción actual -y la relativa decepción de sus excepciones: ahí está aquel Rey David, de Richard Geresino que un remake reciente y televisivo de Sansón y Dalila -donde, curiosamente, un ve ...

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LLega esta sobremesa uno de los más carismáticos y gloriosos fastos de Cecil B. de Mille, Sansón y Dafila, largo tiempo ausente de nuestros ojos. Sansón y Dalila procura esa magia especial, ese duende que el cine tenía antes y que tanto poseía De Mille, un primitivo cuyo cine permanece vigente. No sólo hace falta comprobar la práctica desaparición del cine bíblico de la producción actual -y la relativa decepción de sus excepciones: ahí está aquel Rey David, de Richard Geresino que un remake reciente y televisivo de Sansón y Dalila -donde, curiosamente, un ve terano Víctor Mature encarna ba al padre de Sansón- demostró que, por mucho adelanto técnico que hoy posea la máquina de registrar cosas, el tiempo evaporó la inspiración.Inspirada es, en efecto, la película de De Mille; inspirada, pura y febril, un encantador espectáculo de acción, tan encantador como Hedy Lamarr. Escenas memorables como la de Sansón luchando contra todo un ejército y aplastando craneos con una quijada de mamífero, o la destrucción del templo, un prodigio de decorado y colosalismo kitsch.

Sansón y Dalila se emite a las 16

05; El príncipe estudiante, a las 00.35; Su milagro de amor, a las 4.10; y La caída de Italia, a las 7. 10, todas por TVE-1.

Y como kitsch rima con Lubitsch, venga un estupendo Lubitsch mudo esta madrugada: El príncipe estudiante, una entretenida opereta de Dorothy Donnelly y Sigmund Romberg, romántica historieta de amor entre el heredero de una corona y la hija de un humilde mesonero. Norma Shearer y Ramón Novarro dan una dulzura camp a la película, que exhibe continuos toques Lubitsch, sus proverbiales elipsis y maliciosas sugerencias.

Completan el menú Su milagro de amor, entre el drama social y el romanticismo desaforado; y La caída de Italia, filme yugoslavo sobre el pánico que provocó el derrocamiento de Mussolini en pequeña localidad de Dalmacia.

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