" Como no daba guerra..."

, La familia de María Berta, oriunda de Ribadavia (Orense) y con posibilidades económicas, estaba formada por el matrimonio y tres hijos. A María Berta, a la que habitualmente llamaban Maribel, se añadieron dos varones, gemelos, José Manuel, actualmente en prisión, y José Luis. La madre atendía un negocio de tintorería que todavía funciona. Los hermanos están solteros.

"El estado general de esta mujer es satisfactorio, pero carecemos todavía de un diagnóstico sobre el carácter de la enfermedad orgánica, de tipo endocrinológico, que provocó un desequilibrio hormonal y el consiguiente de...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

, La familia de María Berta, oriunda de Ribadavia (Orense) y con posibilidades económicas, estaba formada por el matrimonio y tres hijos. A María Berta, a la que habitualmente llamaban Maribel, se añadieron dos varones, gemelos, José Manuel, actualmente en prisión, y José Luis. La madre atendía un negocio de tintorería que todavía funciona. Los hermanos están solteros.

"El estado general de esta mujer es satisfactorio, pero carecemos todavía de un diagnóstico sobre el carácter de la enfermedad orgánica, de tipo endocrinológico, que provocó un desequilibrio hormonal y el consiguiente deterioro físico y psíquico. Hemos de actuar con calma porque ella está asustada y no parece recomendable someterla en este momento a demasiadas exploraciones. Por ahora estamos haciendo que se habitúe al contacto con otras personas". El doctor Víctor Pedreira, jefe del servicio de psiquiatría del hospital Provincial de Pontevedra, no quiere ir más allá en sus apreciaciones sobre un caso pendiente todavía de clarificación.

Más información

"Creo que no sabe bien dónde está y habla con dificultad, aunque contesta cuando se le pregunta y ha pedido algunas cosas que necesitaba. Come con normalidad y utiliza correctamente los cubiertos", añade el doctor Pedreira, que entiende que a la familia "no parece haberle sentado bien que la sacaran de casa. Nadie ha venido a visitarla hasta ahora" (mediodía de ayer viernes).

En Cangas los vecinos hablan del caso, pero lo hacen con cautela ante los informadores. Algunos sabían del drama de esta mujer pero prefirieron dejar que el tiempo siguiese su curso. "Sabíamos que la tenían en casa y que no pisaba la calle, pero como no daba guerra ni molestaba a nadie...". La vecina que así se expresa cierra la puerta con un "qué cousas...".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En