OFENSIVA TERRORISTA

La amenaza 'etarra' cambia los trayectos de Renfe

La amenaza hecha el miércoles por ETA de que colocaría bombas en los trayectos ferroviarios Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla obligó ayer a Renfe a modificar cientos de recorridos de su trenes y a trasladar en autocar a decenas de miles de pasajeros que habían adquirido sus billetes y no renunciaron al viaje. La compañía ferroviaria apenas facilitó datos ayer, tanto sobre el número de personas afectadas como en lo relativo a trayectos alternativos, "por razones de seguridad". Varios trenes vacíos con la máquina empujándoles desde atrás recorrieron ayer las vías comprendidas en la amenaza, y al ...

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La amenaza hecha el miércoles por ETA de que colocaría bombas en los trayectos ferroviarios Madrid-Valencia y Madrid-Sevilla obligó ayer a Renfe a modificar cientos de recorridos de su trenes y a trasladar en autocar a decenas de miles de pasajeros que habían adquirido sus billetes y no renunciaron al viaje. La compañía ferroviaria apenas facilitó datos ayer, tanto sobre el número de personas afectadas como en lo relativo a trayectos alternativos, "por razones de seguridad". Varios trenes vacíos con la máquina empujándoles desde atrás recorrieron ayer las vías comprendidas en la amenaza, y al cierre de esta edición no habían topado con ningún explosivo.

Ayer, no obstante, se produjeron dos incendios en subestaciones de Renfe que afectaron al tráfico de trenes. Según la compañía ferroviaria, en ninguno de los dos casos se aprecia relación con la amenaza etarra. Una de estas incidencias ocurrió a primera hora de la mañana en Aranjuez (Madrid), precisamente donde se unen las líneas de Valencia y Sevilla para enlazar con a su vez con Madrid. El otro incendio se registró en la provincia de Jaén, según informa J. Antonio Hernández. Concretamente, en Villanueva de la Reina, a las cinco de la tarde. El gobernador civil explicó que se debió a una sobrecarga eléctrica causada precisamente por la ausencia de tráfico ferroviario.La Guardia Civil estuvo revisando las vías desde que se produjo el primer anuncio de ETA. En el nuevo tramo de Brazatortas (Ciudad Real), donde se están construyendo vías para el tren de alta velocidad, la Guardia Civil dobló la vigilancia, ya que se almacenan allí grandes cantidades de explosivos para labores de ingeniería.

Inspección

El sistema de inspección de la vía con locomotoras que empujaban vagones vacíos permitió seguramente que funcionasen ayer los trenes de cercanías en las grandes capitales, al no haberse detectado explosivos en esos tramos. No obstante, la circulación entre las estaciones de Atocha y Chamartín, en Madrid, quedó suspendida ayer durante dos horas después de que una llamada anónima comunicase telefónicamente a la Policía Municipal la colocación de tres artefactos explosivos en el túnel que discurre entre ambos lugares. El presidente de Renfe, Julián García Valverde, y efectivos policiales recorrieron el túnel en la tarde de ayer, según fuentes de la compañía citadas por Europa Press. La búsqueda no tuvo resultados.

La información ofrecida por Renfe a los medios de comunicación y a los pasajeros resultó un tanto confusa desde las cero horas de ayer, momento al que el comunicado de ETA se refería como inicio de¡ plazo para las explosiones (este período concluye a medianoche del sábado). En la tarde del miércoles, Renfe aseguró que no se suspendería ningún viaje, pero los hechos fueron otros: esa noche tan sólo salieron dos trenes: uno con destino Valencia, aunque desviado por Zaragoza, y un Talgo con destino Sevilla, Cádiz y Huelva, pero desviado por Cáceres. El resto de los trenes de la noche hacia Andalucía y la Comunidad Valenciana (ocho en total) fueron suspendidos. Los pasajeros se trasladaron en decenas de autobuses a sus puntos de destino.

La contradicción entre las fuentes oficiales de Renfe y los miembros del servicio de Información de Chamartín (estación situada en el norte de Madrid) fue evidente: los primeros decían que no se paraban los trenes, aunque se ofrecía la alternativa de ir en autobús o en tren, en este caso con el consiguiente riesgo; pero los informadores de Renfe en las estaciones explicaban que todos los viajeros debían hacer el recorrido en autobús, sin posibilidad de subir al tren.

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Renfe llegó a decir que incluso saldrían convoyes sin pasajeros "para que ETA no gane la baza política de conseguir paralizar el servicio ferroviario con un comunicado de amenaza". Sobre lo que ocurría en Chamartín, estas fuentes dijeron: "Alguien está metiendo la pata". Mientras Renfe quería ocultar los caminos alternativos para no dar pistas para posibles atentados, en la estación de Chamartín tales recorridos de seguridad se anunciaban por el servicio de megafonía, informa Jorge A. Rodríguez.

"Despropósitos"

La actitud informativa de Renfe ha estado "llena de despropósitos", en opinión de Comisiones Obreras, informa Martha Zein. Este sindicato difundió un comunicado en el que opina que ha de paralizarse la circulación en los trayectos entre Madrid y las capitales andaluza y valenciana, y en el que condena la amenaza de ETA. No obstante, señala que la compañía "no se ha dignado comunicar al comité qué tipo de medidas preventivas va a tomar para garantizar la seguridad".

Los autobuses utilizados por Renfe durante la jornada de ayer son propiedad de la Empresa Nacional de Transporte por Carretera, y de otras empresas que habitualmente prestan sus servicios a la compañía. En Madrid fueron unos 50 los autobuses utilizados ayer para los trayectos alternativos, informa Emma Roig. Unos 10.000 pasajeros, según Renfe, se vieron afectados por la amenaza, y un 70% de ellos canceló su viaje. El resto hizo el trayecto en autobús.

El ambiente entre los viajeros de las distintas capitales afectadas era ayer de enfado hacia ETA y de comprensión respecto a los problemas de Renfe. Una ama de casa y un administrador protestaban en Chamartín "porque éstos [etarras] van a acabar paralizando el país", y aseguraban que si por ellos fuera habrían subido a los trenes para "no ceder al chantaje". Un ferroviario expresaba la misma opinión desde el asiento de un autobús que le llevaba a Alicante.

Mientras, en la estación de Atocha, la persona encargada de información contestaba así a un pasajero que quería saber por qué se había suspendido su tren a Valencia: "Señores, que ETA nos tiene fritos".

,"En esta circunstancia cualquier trastorno que se pueda ocasionar es comprensible", afirmó Miguel Zurita, de 43 años, ingeniero, a punto de subir a un autobús en Sevilla con destino a Córdoba. De los 7.000 billetes diarios que Renfe expende para los diversos servicios que enlazan Madrid con Sevilla, ayer fueron cancelados unos 4.000, según informaron a Margot Molina fuentes de la empresa. Sin embargo, Renfe decidió mantener sus trayectos de largo recorrido aunque desviados a través de Extremadura, y sustituyó los ferrocarriles por autobuses en los trayectos regionales.

Para los trayectos con origen en Cádiz, Huelva y Sevilla se habilitaron autobuses hasta Rosales, en la provincia de Sevilla, que enlaza la capital con la vía de Extremadura.

En Valencia, informa Ana Chapa, la entrada de la estación del Norte y la calle Xàtiva, una de las principales arterias del casco urbano de la ciudad de Valencia, se encontraban ayer abarrotadas de autobuses. Funcionarios de Renfe, megáfono en mano, daban instrucciones constantemente a cientos de pasajeros que deambulaban perdidos al tener conocimiento de la anulación de la salida de sus trenes.

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