El Ayuntamiento de Alalpardo pide a Ana Tutor que cierre una residencia de ancianos

El Ayuntamiento de Valdeolmos-Alalpardo ha pedido a la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, que sea la propia delegación la que se encargue de llevar a cabo el cierre de la residencia de ancianos La Paloma, denunciada por dos de sus ex empleadas de mala calidad asistencial e higiénica y de trato vejatorio y humillante para los ancianos residentes en la misma.El alcalde de Valdeolmos-Alalpardo, Gregorio Medranda, ordenó el cierre de la citada residencia en los primeros días de diciembre, sin que la propiedad hiciera caso. El pasado 31 de marzo, el alcalde envió un oficio a la Delegación ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Ayuntamiento de Valdeolmos-Alalpardo ha pedido a la delegada del Gobierno en Madrid, Ana Tutor, que sea la propia delegación la que se encargue de llevar a cabo el cierre de la residencia de ancianos La Paloma, denunciada por dos de sus ex empleadas de mala calidad asistencial e higiénica y de trato vejatorio y humillante para los ancianos residentes en la misma.El alcalde de Valdeolmos-Alalpardo, Gregorio Medranda, ordenó el cierre de la citada residencia en los primeros días de diciembre, sin que la propiedad hiciera caso. El pasado 31 de marzo, el alcalde envió un oficio a la Delegación del Gobierno, cuyo texto es el siguiente: "Dado que la propiedad de dicha residencia ha hecho caso omiso a tal orden [la de clausura del establecimiento], y al carecer este Ayuntamiento de personal de policía, ruego a usted ordene a las fuerzas de seguridad bajo su mando la actuación precisa en orden a la consecución efectiva del cierre ordenado".

El cierre dictado por el Ayuntamiento no obedece a las denuncias presentadas por los presuntos tratos vejatorios, sino al hecho de que la residencia no cuenta con licencia de apertura. Por otra parte, las ex empleadas que presentaron las denuncias en la comisaría de Alcalá de Henares, ante el Defensor del Pueblo y en la Comunidad de Madrid han desmentido las afirmaciones de la propietaria de la residencia, María del Carmen Agudo, que afirmó que todo se debía a un deseo de venganza de las ex empleadas, a las que no se renovó el contrato de trabajo.

Ambas mujeres, María Luisa Pinilla y María del Carmen Baltasar, afirmaron ayer que la primera de las denuncias la pusieron el 14 de noviembre de 1988, cuando aún se encontraban trabajando. "Si nos hubiera interesado seguir en dicho trabajo, no habríamos puesto la denuncia. Lo hicimos porque no podíamos consentir las condiciones de vida de los ancianos", afirmaron.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En