Técnicos británicos investigarán el accidente del Belgravel

Técnicos de la marina mercante británica investigarán el accidente del mercante Belgrave, con bandera de las Bahamas, que costó la vida de cuatro de sus cinco tripulantes. La causa del fallecimiento fueron las emanaciones de gas y la falta de oxígeno provocada por el contacto de viruta de chatarra con restos de aceite, según las primeras versiones del superviviente y los inspectores. La tragedia ocurrió cuando el barco navegaba frente a las costas gallegas a primeras horas de la tarde del pasado viernes. Sólo se salvó el primer oficial. El barco fue remolcado al puerto de Vigo, a donde ...

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Técnicos de la marina mercante británica investigarán el accidente del mercante Belgrave, con bandera de las Bahamas, que costó la vida de cuatro de sus cinco tripulantes. La causa del fallecimiento fueron las emanaciones de gas y la falta de oxígeno provocada por el contacto de viruta de chatarra con restos de aceite, según las primeras versiones del superviviente y los inspectores. La tragedia ocurrió cuando el barco navegaba frente a las costas gallegas a primeras horas de la tarde del pasado viernes. Sólo se salvó el primer oficial. El barco fue remolcado al puerto de Vigo, a donde llegó a primeras horas de la madrugada del sábado.Los cadáveres de los cuatro tripulantes británicos podrían ser trasladados el lunes próximo a Gran Bretaña, una vez cumplimentados los trámites burocráticos correspondientes.

El primer oficial, Robert Anthony Kirkit, prestó ayer declaración en el juzgado número seis de Vigo para aclarar las circunstancias de la tragedia. El barco había salido de Cardiff (Gran Bretaña) el día 3 de abril y se dirigía a Faro (Portugal) y Sevilla con tres grúas y un cargamento de viruta de chatarra. Durante la travesía tuvo que hacer frente a una fuerte marejada que obligó, a mediodía del viernes, a comprobar el estado de la carga.

El capitán, Barry Canh, seguido por el oficial de máquinas, Alan Jackson, y los marineros, Philip Quinn y John Norgaarc, bajaron a la bodega. El primer oficial reveló que él tuvo que permanecer en el puente durante ese tiempo a causa del tráfico marítimo y que, aproximadamente a las 15.00 horas, pudo bajar para ver qué ocurría, preocupado por la prolongada ausencia de sus compañeros. "Bajé entonces por la escotilla y pude ver los cuatro cuerpos sin vida y subí de inmediato porque me ahogaba", afirmó Robert Kirkit.

Sin botellas de oxígeno

Inmediatamente después lanzó la primera señal de socorro que provocó la salida desde el puerto de Vigo del remolcador Alonso de Chaves y una lancha de la Comandancia de Marina con varios médicos que no pudieron bajar a la bodega por falta de botellas de oxígeno.Tras las inspecciones realizadas por la Comandancia, y la intervención del juez, una vez atracado el barco en el puerto de Vigo, los bomberos pudieron retirar los cuatro cadáveres que fueron trasladados al depósito del cementerio de Pereiró.

El gerente de la consignataria Vasco-Gallega, Juan Martínez Domínguez, declaró que los cuatro marineros deberían haber utilizado máscaras de gas -"esto es lo que recomiendan las normas de seguridad a bordo", dijo- y confirmó la inmediata llegada a Vigo de varios técnicos británicos junto con el armador y la viuda del capitán.

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Martínez Domínguez, añadió, también que el único superviviente había sufrido una crisis nerviosa después de la tragedia y que sólo en la tarde de ayer había accedido a someterse a un reconocimiento médico. "Cuando finalicen sus declaraciones en el juzgado y en la Comandancia de Marina procuraremos que pueda emprender viaje de inmediato a Inglaterra para reunirse con su familia", añadió.

El barco zarpará tan pronto como pueda hacerse cargo de él una nueva tripulación.

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