Tribuna:

Siguen los problemas bancarios

La preocupación de los inversores ha subido bastante de tono en la sesión de cierre semanal debido a los rumores, primero, y a la suspensión de la cotización, después, de Banesto y Central. El proceso de fusión se daba por concluído el día anterior, y el mercado sólo espera la reanudación de su contratación por separado, lo que podría suceder este mismo lunes. Los problemas de los valores bancarios empiezan a causar algún temor entre los inversores, ya que en los patios de operaciones se piensa que sólo se les conoce en parte. A pesar de que los inversores ya no deben preocuparse de la inflaci...

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La preocupación de los inversores ha subido bastante de tono en la sesión de cierre semanal debido a los rumores, primero, y a la suspensión de la cotización, después, de Banesto y Central. El proceso de fusión se daba por concluído el día anterior, y el mercado sólo espera la reanudación de su contratación por separado, lo que podría suceder este mismo lunes. Los problemas de los valores bancarios empiezan a causar algún temor entre los inversores, ya que en los patios de operaciones se piensa que sólo se les conoce en parte. A pesar de que los inversores ya no deben preocuparse de la inflación, el dinero ha vuelto a replegarse y el volumen negociado se va en busca de los niveles mínimos M año para no dejar sólo al índice general en esa zona.A pesar del mal ambiente que reina en el sector bancario, este grupo consiguió mejorar su índice, lo que no logró hacer variar la trayectoria de un cierre totalmente inactivo. Ya los primeros valores que se negociaron pusieron de manifiesto la voluntad de retirada del dinero y la inutilidad del esfuerzo de aquellos que querían vender, aunque volvió a repetirse la situación de los días anteriores al limitarse el papel a tantear el terreno y a esperar una ocasión mejor. Esta actitud evita un deterioro más rápido de las cotizaciones, aunque nadie estaba seguro de que se pudiera mantener por más tiempo.

Las posiciones al cierre eran vendedoras, lo que contribuyó a aumentar el pesimismo de los inversores de cara a la semana próxima, en la que no se ven soluciones a corto plazo.

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