El tribunal considera que el 'comando Madrid' no quiso matar al bombardear Defensa

La Audiencia Nacional ha condenado a 16 años de reclusión a José Ignacio de Juana, Antonio Troitiño, Esteban Nieto e Inés del Río, miembros del comando Madrid de ETA Militar, por el atentado con granadas contra el Ministerio de Defensa perpetrado el 21 de julio de 1986. El tribunal ha calificado los hechos de estragos y lesiones, porque entiende que el comando no pretendía matar, sino causar daños importantes.

La sentencia rechaza las tesis del fiscal y de la acusación particular, que solicitaban 439 años de cárcel para cada etarra por 16 delitos de asesinato frustrado, al en...

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La Audiencia Nacional ha condenado a 16 años de reclusión a José Ignacio de Juana, Antonio Troitiño, Esteban Nieto e Inés del Río, miembros del comando Madrid de ETA Militar, por el atentado con granadas contra el Ministerio de Defensa perpetrado el 21 de julio de 1986. El tribunal ha calificado los hechos de estragos y lesiones, porque entiende que el comando no pretendía matar, sino causar daños importantes.

La sentencia rechaza las tesis del fiscal y de la acusación particular, que solicitaban 439 años de cárcel para cada etarra por 16 delitos de asesinato frustrado, al entender que los miembros del comando habían predeterminado la muerte de los que después sólo resultaron lesionados.Los magistrados explican que la prueba practicada permite concluir que el propósito de los procesados fue el de "estragar", es decir, producir daños importantes, por medio de 12 granadas explosivas. Sin embargo, no se puede inferir que la intención de los terroristas al atentar contra el Ministerio de Defensa fuera "concreta, directa y específica de matar a todas y cuantas personas estuvieran o pasaran" por el lugar.

La sentencia establece como probado, a pesar de que los etarras se negaron a declarar en el juicio, que De Juana, Troitiño, Nieto y Del Río confeccionaron un artefacto, consistente en 12 tubos lanzadores de cartón, de 50 centímetros cada uno, colocados en dos bloques superpuestos de seis, unidos entre sí con cinta aislante, y en un bastidor de madera con espárragos de metal. El artilugio fue asentado en una plataforma que situaron sobre la baca de un automovil Citroén BX.

El 21 de julio de 1986 trasladaron el coche hasta la calle de Manuel de Falla y dejaron el vehículo estacionado frente al Ministerio y el lanzagranadas dirigido hacia la fachada del edificio. Varias granadas alcanzaron el inmueble y otras a una valla protectora del carril bus, que esparció la metralla hasta un autobús municipal de la línea 27. Poco de después del atentado hizo explosión un artefacto en el coche utilizado como plataforma por los terroristas.

Como consecuencia de las explosiones, 16 personas resultaron heridas de diversa gravedad y varios edificios y vehículos sufrieron importantes daños materiales.

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