El BCA hizo su última oferta de convenio para el grupo asociado con las Rurales

El Banco de Crédito Agrícola ha hecho su última propuesta de convenio para la formación de un nuevo grupo asociado con las cajas rurales. Este proyecto contiene algunas modificaciones respecto a la última oferta del BCA, aunque no llega a las pretensiones de las cajas, que defendían un nuevo ente con personalidad jurídica propia. Estas entidades deben responder a la propuesta antes del próximo 29 de enero.

Según manifestaciones del presidente del BCA, Luis Tarrafeta, se trata de un proyecto de grupo asociado flexible y constituye una solución realista y práctica para los problemas d...

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El Banco de Crédito Agrícola ha hecho su última propuesta de convenio para la formación de un nuevo grupo asociado con las cajas rurales. Este proyecto contiene algunas modificaciones respecto a la última oferta del BCA, aunque no llega a las pretensiones de las cajas, que defendían un nuevo ente con personalidad jurídica propia. Estas entidades deben responder a la propuesta antes del próximo 29 de enero.

Según manifestaciones del presidente del BCA, Luis Tarrafeta, se trata de un proyecto de grupo asociado flexible y constituye una solución realista y práctica para los problemas del crédito cooperativo español. Para el responsable del BCA, al convenio permite que banco y cajas puedan actuar en una serie de acciones puntuales como grupo, en línea con diferentes modelos de organización que funcionan en la Comunidad Europea.A grandes rasgos, el proyecto es menos rígido que los anteriores ofertados desde la Administración. Se trata, según la versión oficial, de un convenio abierto.

Una de las novedades más significativas es la eliminación de los diferentes fondos de liquidez, insolvencia y de promoción y cuya participación había sido objeto de polémicas. En su lugar se define el funcionamiento de mecanismos de solidaridad que deberá arbitrarse entre las propias cajas y el banco para cada problema concreto. Únicamente se considera el funcionamiento de un fondo de Tesorería que estaría entre el 12% y el 25% de los excedentes de liquidez estructural, cuyo porcentaje definitivo sería fijado por la asamblea general.

La propuesta del BCA se hace a todas las cajas rurales, hayan denunciado o no el convenio, y también para las que nunca estuvieron en el grupo. La duración del convenio sería de tres años, periodo a partir del cual se podría proceder a su denuncia.

La participación en los órganos rectores se hará en base a un 31% para el BCA, el 54% para las cajas provinciales y el 15% para las locales y comarcales.

Los órganos más importantes serían los siguientes: una junta general formada por todos los presidentes; una comisión permanente compuesta por tres miembros del BCA, cinco de las cajas rurales provinciales y dos de las locales y comarcales. El presidente sería el mismo del BCA y las cajas tendrían tres consejeros en el BCA. La vicepresidencia del grupo correspondería a las cajas. Como órganos de trabajo se crea un comité directivo con una composición similar a la comisión permanente.

Servicios financieros

Los servicios financieros del proyecto de grupo se centran en los créditos de mediación, en los préstamos cofinanciados, operaciones sindicadas y la gestión de tesorería, canalizando entre el 12% y el 25% de sus excedentes. Actualmente, las cajas tienen colocados con el BCA 140.000 millones de pesetas.La propuesta del BCA ha sido recibida con cierta frialdad en medios de las cajas rurales provinciales desde donde no se ve fácil una respuesta en el plazo de un mes, cuando se deberían convocar asambleas en cada entidad. No se acepta que la representatividad no sea en función de los recursos. Durante los últimos meses han seguido los trabajos con una consultora para estudiar la propuesta de constitución de un banco agrario, petición que esperan presentar ante el Banco de España en el primer trimestre de 1989. Para las cajas provinciales no es suficiente la flexibilización contenida en la nueva propuesta y consideran que la oferta ha llegado tarde, cuando las cajas principales quieren su banco con una participación del DGB alemán del 15%.

En la actualidad, solamente las cajas locales y comarcales y muy pocas provinciales, aceptaban la propuesta del BCA.

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