Miles de vascos protestan contra el terrorismo de ETA en las calles de Éibar el día de Navidad

Varios miles de personas participaron ayer en Éibar (Guipúzcoa) en una manifestación contra ETA convocada por el Ayuntamiento. La protesta contaba con el apoyo de las instituciones vascas y las fuerzas políticas, con la única excepción de Herri Batasuna (HB). La marcha apenas atrajo participantes de otras localidades a causa de la festividad de Navidad. La población de Éibar, en cambio, se volcó en la demostración de rechazo a la violencia terrorista y al atentado perpetrado el pasado domingo con un coche bomba que costó la vida a un policía nacional.

Aproximadamente 8.000 personas desf...

Varios miles de personas participaron ayer en Éibar (Guipúzcoa) en una manifestación contra ETA convocada por el Ayuntamiento. La protesta contaba con el apoyo de las instituciones vascas y las fuerzas políticas, con la única excepción de Herri Batasuna (HB). La marcha apenas atrajo participantes de otras localidades a causa de la festividad de Navidad. La población de Éibar, en cambio, se volcó en la demostración de rechazo a la violencia terrorista y al atentado perpetrado el pasado domingo con un coche bomba que costó la vida a un policía nacional.

Aproximadamente 8.000 personas desfilaron en silencio durante una hora por las calles más céntricas de la villa armera detrás de la alcaldesa, la socialista Aurora Bascaran, y los concejales del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE), Eusko Alkartasuna (EA), Partido Nacionalista Vasco (PNV) y Euskadiko Ezkerra (EE). Los representantes municipales portaban la única pancarta con el siguiente texto: "Éibar contra ETA. Eíbar ETAren aurka".La cabeza de la manifestación partió a las 12.30 de la plaza Unzaga entre los aplausos del público congregado, para regresar al cabo de una hora al Ayuntamiento. Allí, la alcaldesa agradeció a la multitud, en euskera y castellano, su participación en el acto. "En este día de paz en todo el mundo", dijo Bascaran, "no podíamos permanecer impasibles ante la muerte y el dolor. Hoy hemos dado a ETA una lección de paz".

Algunos de los políticos presentes en la villa guipuzcoana defendieron la necesidad de este tipo de manifestaciones, aunque no parezcan tener eficacia inmediata. "El terrorismo ya no pertenece al campo del debate político", declaró el secretario general de los socialistas de Vizcaya, Ricardo García Damborenea. "Está todo el mundo convencido de que los terroristas son un enemigo colectivo".

"La lucha contra el terrorismo es ya una lucha popular", añadió Damborenea, "y a cada nueva torna de postura de los ciudadanos se avanza. La primera manifestación contra ETA en Éibar representó el estreno de una iniciativa. Después, cuando se ha repetido un atentado en Éibar los ciudadanos no se han limitado a protestar, han perseguido a los terroristas y no sé que hubiera pasado si llegan a cogerlos", agregó.

Para el el secretario general de Euskadiko Ezkerra, Kepa Aulestia, el año que termina, iniciado con el pacto de Ajuria Enea, ha conocido una reacción social sin precedentes contra la violencia. "No podíamos dejar a los violentos protagonizar el final del año", dijo Aulestia, "y esta manifestación devuelve la palabra a la inmensa mayoría de este país, que es pacifista, frente a la faz asesina de ETA".

Detrás de los corporativos o confundidos entre el público, marcharon numerosas personalidades y dirigentes políticos. Acudieron a Éibar, entre otros, el diputado general de Guipúzcoa, Imanol Murua; los consejeros de Interior, Juan Lasa; Cultura, Joseba Arregui; Educación, José Ramón Recalde; Industria, Ricardo González Orús, y Urbanismo, José Miguel Martín Herrera.

Autoridades presentes

También participaron en la manifestación el presidente del PSOE, Ramón Rubial; el presidente del Parlamento de Vitoria, Jesús Eguiguren, y el magistrado Joaquín Jiménez, presidente de la Audiencia Provincia¡ de San Sebastián. Este último explicó su presencia como una prolongación del deber profesional de los jueces de defender y proteger los derechos de todos los ciudadanos a vivir en paz.

No acudieron, en cambio, ni el lehendakari José Antonio Ardanza ni el vicepresidente de¡ Gobierno vasco, Ramón Jáuregui. Fuentes de la presidencia del Ejecutivo autónomo atribuyeron la ausencia de Ardanza a una ligera afección gripal.