Hersant, reconvierte su emporio y concentra todas las imprentas

La Prensa francesa vive con algunos años de retraso las turbulencias de la renovación industrial y de la modernización de los centros de impresión. Cinco grandes imprentas están construyéndose o en proyecto para reforzar uno de los puntos débiles de la estructura empresarial de este sector en Francia.

Una de ellas pertenece al grupo Hersant, cuyos periódicos nacionales no aparecieron ayer precisamente por la oposición sindical al proyecto y a la aparición de un nuevo diario popular, Paris Star. Este título se añadiría a los dos que prepara el magnate británico Robert Maxwell....

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La Prensa francesa vive con algunos años de retraso las turbulencias de la renovación industrial y de la modernización de los centros de impresión. Cinco grandes imprentas están construyéndose o en proyecto para reforzar uno de los puntos débiles de la estructura empresarial de este sector en Francia.

Una de ellas pertenece al grupo Hersant, cuyos periódicos nacionales no aparecieron ayer precisamente por la oposición sindical al proyecto y a la aparición de un nuevo diario popular, Paris Star. Este título se añadiría a los dos que prepara el magnate británico Robert Maxwell. Los periódicos parisienses de Robert Hersant, Le Figaro, France Soir y Paris Turf, no llegaron ayer a los quioscos a consecuencia de una huelga desencadenada por la central comunista CGT.El conflicto en el grupo Hersant se produce como consecuencia de la decisión del empresario de dar un giro de 180 grados a sus sistemas de impresión, en dirección opuesta, además, a la que se va imponiendo en Francia. Mientras se ha generalizado la impresión descentralizada en centros provinciales por el sistema facsimilar, Hersant ha decidido centralizar toda la producción en una gran imprenta cercana al aeropuerto de Roissy y distribuir los periódicos por avión.

Ruptua del monopolio

Esta opción implica el cierre de los centros de impresión provinciales y el despido de los trabajadores, a lo que se opone la CGT, y la ruptura del monopolio de distribución, confiado en Francia desde 1947 a las Nuevas Mensajerías, empresas en las que la mayoría del capital pertenece a cooperativas de prensa. El pasado 10 de noviembre, una huelga de los repartidores en protesta por los proyectos de Hersant dejó a París sin periódicos, que no pudieron ser distribuidos pese a haber sido impresos.La imprenta de Hersant, que significa una inversión de 14.000 millones de pesetas, funcionará en 1990 y es sólo uno de los cinco proyectos en marcha para modernizar un sector que se caracteriza por la antigüedad del material y por la dispersión de los centros. Le Monde, asociado con Hachette y el grupo Amaury (Le Parisien y L`Equipe), construye una imprenta en Ivry (7.000 millones de pesetas de inversión) que empezará a funcionar el próximo mes de abril. Libératión se retiró de este proyecto porque no quiere pasar del formato tabloide al berlinés (algo más pequeño que el actual de Le Monde) y quizá se imprima en el centro que promueve la empresa IPSN, una sociedad con participación de los empleados. La inversión necesaria es también de 7.000 millones y en el proyecto están interesados los periódicos del grupo Expansión y el católico La Croix. Completan el quinteto de iniciativas Riccobono, antiguo impresor de Le Matin, con una inversión de 4.000 millones, y Maxwell, que construye una imprenta en Roissy para 1990 con un coste de 10.000 millones.

Material incautado

El empresario británico pretende imprimir en Roissy su diario The European, así como un periódico popular de gran tirada en francés. Maxwell acaba de adquirir también el antiguo castillo Les Barrots, en la Alta Garona, con la intención de construir una imprenta para la edición del sur de Francia, España y Portugal de The European y para lanzar un diario regional de centro-izquierda. La fecha de salida prevista de The European es el 9 de mayo.Hersant prepara otro periódico popular, Paris Star, un nuevo motivo que añadir al conflicto que le enfrenta actualmente a la CGT, que no considera asegurada la continuidad de France Soir, propiedad del mismo grupo. Doscientos afiliados al sindicato comunista protagonizaron la semana pasada un auténtico raid en los locales donde se gestaba secretamente Paris Star. Ante la sorpresa de la treintena de periodistas y técnicos presentes, los sindicalistas se llevaron las fatocomponedoras, el ordenador y las maquetas a la sede de France Soir. Los directivos del grupo, que emplea a 13.000 personas, han puesto como condición para negociar la devolución del material incautado.

Archivado En