Un fallo de técnicos españoles en el montaje de los motores originó el accidente del F-18

Un fallo de técnicos del Ejército del Aire en el montaje e instalación de los dos nuevos motores fue el origen del accidente que sufrió un avión F-18 del Ala 15, cuyo coste se evalúa en 2.600 millones de pesetas, el pasado 7 de noviembre en las proximidades de Zaragoza, según informan fuentes del Ministerio de Defensa. A raíz de ese falto se incendió uno de los motores y las llamas no se apagaron a pesar de que el piloto, el capitán Ignacio Azqueta, accionó el dispositivo antiincendios situado entre ambos motores. Al proseguir el fuego, se activaron en la cabina una serie de alarmas que indica...

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Un fallo de técnicos del Ejército del Aire en el montaje e instalación de los dos nuevos motores fue el origen del accidente que sufrió un avión F-18 del Ala 15, cuyo coste se evalúa en 2.600 millones de pesetas, el pasado 7 de noviembre en las proximidades de Zaragoza, según informan fuentes del Ministerio de Defensa. A raíz de ese falto se incendió uno de los motores y las llamas no se apagaron a pesar de que el piloto, el capitán Ignacio Azqueta, accionó el dispositivo antiincendios situado entre ambos motores. Al proseguir el fuego, se activaron en la cabina una serie de alarmas que indicaron al piloto que el accidente era inevitable, por lo que Ignacio Azqueta optó por saltar del aparato.

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El error en el montaje de los motores ha sido la conclusión inicial a la que se ha llegado después de haber analizado otras, como un posible defecto de fabricación en uno o ambos motores, un incumplimiento de los procedimientos por parte del piloto o incluso una supuesta precipitación de éste al saltar del avión cuando le había falla do un motor pero, teóricamente, podía seguir volando con el otro.Los dos motores eran completamente nuevos. De hecho, habían sido ensamblados en la base aérea de Zaragoza para instalarlos en el avión, una vez que los que tenía de fábrica habían superado las 200 horas de vuelo y debían ser sometidos a una profunda revisión. El montaje fue realizado por técnicos del Ejército del Aire, pero uno de los motores se incendió en el primer vuelo en que eran probados, sólo un minuto después del despegue.

Segundos después de que el capitán Azqueta accionara el dispositivo antiincendios, en la pantalla de su cabina se detectó de nuevo la existencia de llamas, extremo que los expertos consultados han calificado de "muy extraño", ya que el citado dispositivo hace que se corte automáticamente el fluido de combustible a los motores. Por ello, deducen en principio que fue aceite, lubricantes u otros materiales los que continuaron manteniendo las llamas, y éste ha sido uno de los fenómenos en que se ha centrado buena parte de la investigación.

'Caja negra' deteriorada

Los estudios realizados para dilucidar las causas del accidente se están prolongando más días de los previstos. Entre otras razones, según informan las fuentes consultadas, porque la caja negra del avión resultó bastante deteriorada por el impacto del aparato contra el suelo, si bien finalmente fue leída en su integridad. En esa caja se registran en tiempo real los comportamietos de los principales sistemas del avión.En la comisión de investigadores formada para estudiar la causa del siniestro han participado representantes de Defensa y del Ejército del Aire, así como miembros de McDonnell Douglas, co mo fabricante del avión, y de General Electric, firma constructora de los motores F-404 que equipa el F-18.

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Las conclusiones finales de esta comisión no se conocerán hasta dentro de varios días, pero las partes afectadas -especialmente los fabricantes- están interesadas en difundirlas. De esas conclusiones dependerá, en definitiva, a quién corresponde reponer el aparato y todo parece indicar, según coinciden las fuentes consultadas, que será el Gobierno español quien tenga que pagar un nuevo F- 18 -al precio medio de unos 2.600 millones de pesetas- si desea tener al completo los dos escuadrones -de 36 aviones cada uno- previstos para las Fuerzas Aéreas: uno del Ala 15, en Zaragoza, y otro del Ala 12, en Torrejón.

No obstante, el propio ministro de Defensa, Narcís Serra, comentó recientemente que su departamento estudiará si finalmente se repone o no ese aparato y añadió que dispone de mucho tiempo para decidirlo, ya que las entregas de los 72 F-18 continuarán hasta 1991.

Desde 1980 -primer año en que estuvo operativo- hasta ahora, se han registrado 32 accidentes totales de aviones F-18. Desde 1979 hasta hoy, el número de F- 16 -el más directo competidor del F- 18- perdidos ha sido 138. Sin embargo, hay, que señalar que el número de F-18 que vuelan en el mundo es n uy inferior al de F- 16 y, además, tienen menos horas de vuelo). No obstante, el Pentágono asegura que el F-18 es el avión con más bajo índice de siniestrabilidad de todos los cazas que usan los ejércitos estadounidenses.

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