Los albaneses se manifiestan en defensa de su autonomía y contra la 'purga' de sus líderes

Cerca de un millón de serbios y montenegrinos se concentraron ayer en Belgrado pan reclamar la hegemonía serbia sobre la provincia autónoma de Kosovo, de mayoría albanesa, en la mayor manifestación habida en la historia de la Yugoslavia de posguerra. La concentración, convocada por la dirección comunista de la República de Serbia en contra de la voluntad de la dirección federal, supone la culminación de la ofensiva lanzada por el líder serbio Slobodan Milosevic en contra M liderazgo comunista albanés en Kosovo y de la autonomía otorgada a esta provincia por la Constitución de 1974.

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Cerca de un millón de serbios y montenegrinos se concentraron ayer en Belgrado pan reclamar la hegemonía serbia sobre la provincia autónoma de Kosovo, de mayoría albanesa, en la mayor manifestación habida en la historia de la Yugoslavia de posguerra. La concentración, convocada por la dirección comunista de la República de Serbia en contra de la voluntad de la dirección federal, supone la culminación de la ofensiva lanzada por el líder serbio Slobodan Milosevic en contra M liderazgo comunista albanés en Kosovo y de la autonomía otorgada a esta provincia por la Constitución de 1974.

Las autoridades yugoslavas formularon anoche un llamamiento a la calma ante la explosiva situación. "No tememos a nadie, ganaremos la batalla de Kosovo", manifestó Milosevic ante los concentrados. Mientras, en la provincia de Kosovo, continuaron ayer las manifestaciones albanesas para protestar contra el cese de dos de sus líderes comunistas bajo la presión de la dirección serbia. El viernes, mas de 100.000 albaneses se concentraron en la capital de Kosovo, Prístina, para expresar su defensa de la constitución de 1974 y mostrar su repulsa contra los intentos de la dirección serbia de recortar su autonomía.Decenas (le miles de jóvenes y estudiantes albaneses se concentraron en Prístina de nuevo bajo la consigna de: "Sin VIasi en la presidencia, no habrá paz en Kosovo", en referencia al líder comunista albanés Azem VIasi, que, al igual que la jefa del partido en Kosovo, Kacusa Jasari dimitió bajo presión del Gobierno serbio. Ayer por la tarde todos los accesos a la ciudad fueron cerrados para evitar la entrada de: nuevas columnas de manifestantes y el viceministro yugoslavo de Defensa, general Simeon Bunchich, llegó a Prístina para analizar la situación con las autoridades de la región autónoma.

Casi un millón trecientos mil manifestantes, según fuentes oficiales serbias y seiscientosmil según observadores occidentales, se reunieron en un gran parque en Nuevo Belgrado, junto al rio Sava y frente a la sede del Comité Central de la Liga de los Comunistas Yugoslavos (LCY).

Desde primeras horas de la mañana, todo el centro de la ciudad había sido cerrado al tráfico, engalanado con banderas serbias y yugoslavas y desde altavoces instalados en mástiles sonaban canciones nacionales serbias e himnos revolucionarios. Más de 700 autobuses y trenes especiales transportaron gratuitamente a los serbios y a los montenegrinos hasta Belgrado. Esta manifestación fue la culminación de 60 manifesta ciones similares convocadas en diferentes ciudades serbias y montenegrinas durante el vera no y el otoño, dentro de una campaña de movilizaciones sin precedentes en la historia yu goslava. Los preparativos han durado varias semanas. Pancartas con lemas como "Fraternidad y unidad", "no cedemos Kosovo", "patriarca German: no dejes a los serbios", "300.000 emigrantes ocuparon el corazón de Serbia -fuera del país-", informa Mirjana Tomic desde Belgrado.

Estos lemas se refieren a la supuesta entrada de albaneses a Kosovo desde Albania dentro del plan que, según los seguidores de Milosevic y los nacionalistas serbios, siguen los albaneses para arrebatar a Yugoslavia la provincia de Kosovo y crear una gran Albania.

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Expansión demográfica

En esta teoría de la inmigración ilegal de albaneses en el pasado, nunca demostrada, se basan los nacionalistas serbios para pedir la expulsión del país de albaneses en un intento por frenar la irresistible expansión demográfica de este pueblo, hoy ampliamente mayoritario en Kosovo.

La manifestación de Belgrado fue una multitudinaria expresión del apoyo serbio a Slobodan Milosevic. Los manifestantes portaban fotos de Lenin, Tito, Slobodan Milosevic, Karadjordje (el líder de la rebelión serbia en contra de los turcos en 1804), Njegos (el mítico poeta montenegrino), además de las banderas oficiales y la bandera ortodoxa serbia.

A mediodía, como estaba previsto, comenzó el programa con el himno nacional interpretado por 12 coros, unos 600 cantantes. Luego hablaron ocho oradores: políticos serbios, un obrero, una representante de la juventud, un poeta y un pintor serbio de Kosovo. En los discursos se resaltó el espíritu libertario del pueblo serbio, su historia, sus luchas pasadas y se reiteraba la necesidad de poner paz en Kosovo y recuperar esta provincia para los serbios. Las intervenciones fueron intervenidas constantemente por ovaciones: "Viva Yugoslavia, viva Serbia, Serbia se levantó". Masas exaltadas entonaban canciones en honor de Slobodan Milosevic. "Slobo, Slobo". Cuando finalmente Slobodan Milosevic subió a hablar -su intervención fue confirmada sólo en las vísperas-, se levantaron todas las banderas, todos los puños y centenares de miles de personas corearon el nombre del líder serbio.

La dirección federal comunista de Yugoslavia, que desde hace semanas intentaba evitar que la manifestación se llevara a cabo, habia solicitado a Slobodan Milosevic que moderara el tono de su intervención para no dar un nuevo impulso a la escalada de la tensión que las manifestaciones de sus seguidores han causado y que se ha agravado al haberse producido estos dias las primeras "contramanifestaciones albanesas" en Kosovo.