Adiós a la dictadura

Tanto como una victoria personal de Benazir Bhutto, las elecciones han representado una victoria de la democracia en un país en el que ha sido siempre un manjar muy raro, pero también el éxito personal de un hombre del que se ha oído poco, el jefe interino del Estado, Ghulaín Ishaq Jan. Se debe a este hombre el haber conseguido que la campaña se desarrollase de forma casi imparcial y, una vez concedido el voto, el haberse declarado en contra de los islámicos que se oponían a que una mujer pudiese ser primer ministro en un país musulmán. No existen dudas sobre la intención de los electores paqu...

Tanto como una victoria personal de Benazir Bhutto, las elecciones han representado una victoria de la democracia en un país en el que ha sido siempre un manjar muy raro, pero también el éxito personal de un hombre del que se ha oído poco, el jefe interino del Estado, Ghulaín Ishaq Jan. Se debe a este hombre el haber conseguido que la campaña se desarrollase de forma casi imparcial y, una vez concedido el voto, el haberse declarado en contra de los islámicos que se oponían a que una mujer pudiese ser primer ministro en un país musulmán. No existen dudas sobre la intención de los electores paquistaníes, que han deseado tachar mayoritariamente los 11 años de dictadura militar. La flecha del PPP ha ganado a la bicicleta, símbolo del IDA. El porcentaje de electores que han acudido a las urnas es bajo, incluso puede que inferior al 50%. Esta disminución en la participación se debe sin duda a la decisión de prohibir el voto a los millones de electores que no tuviesen carné de identidad, esencialmente las mujeres.Bhutto tiene, a pesar de todo, muchas posibilidades de convertirse en la primera mujer jefe de Gobierno en un país musulmán. Sería un acontecimiento histórico. Una vez que consiga una mayoría parlamentaria tendrá que dedicarse a una tarea también delicada: ablandar a los militares. De un acuerdo con el sable dependerá la posibilidad del partido de la flecha de ejercer el poder., 18 de noviembre