Detenido un sospechoso de ser el 'barón negro' que sobrevoló París

La Policía del Aire y de las Fronteras (PAF) detuvo ayer a Albert Maltret, de 52 años, que hacia las 10.30 horas había sobrevolado con un avión monomotor los Campos Elíseos de París. La policía sospecha que se trata de la misma persona que protagonizó numerosos vuelos sobre la capital francesa durante el pasado verano y que fue apodado el barón negro.Maltret fue detenido en Yvelines, después de aterrizar con su aparato, un Rallye MS-880 Morane Saulnier, con el que poco antes había sobrevolado los Campos Elíseos a baja altitud, procedente del Arco del Triunfo y en dirección hacia la plaz...

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La Policía del Aire y de las Fronteras (PAF) detuvo ayer a Albert Maltret, de 52 años, que hacia las 10.30 horas había sobrevolado con un avión monomotor los Campos Elíseos de París. La policía sospecha que se trata de la misma persona que protagonizó numerosos vuelos sobre la capital francesa durante el pasado verano y que fue apodado el barón negro.Maltret fue detenido en Yvelines, después de aterrizar con su aparato, un Rallye MS-880 Morane Saulnier, con el que poco antes había sobrevolado los Campos Elíseos a baja altitud, procedente del Arco del Triunfo y en dirección hacia la plaza de la Concordia y el Sena. El avión despareció cerca del Grand Palais, según declaró un testigo.

Maltret estaba vigilado debido a que tenía antecedentes. En agosto de 1986, sobrevoló también esa avenida, por lo que fue detenido, multado y condenado a tres años sin permiso de vuelo.

Aunque la policía todavía no se ha pronunciado, todas las pistas conducen al misterioso barón negro, que protagonizó numerosos sobrevuelos desde finales del pasado mes de julio hasta finales de agosto que se convirtieron en la serpiente veraniega de París. El entonces recién nombrado ministro del Interior, Pierre Joxe, estableció un sistema de vigilancia nocturna para descubrir a los pilotos de los vuelos rasantes.

Los puntos altos de la capital, desde la torre Eiffel hasta la torre Montparnasse, se poblaron de policías con teleobjetivos para descubrir a los perturbadores del sueño de los parisienses. Asimismo, todos los aeropuertos en 100 kilómetros a la redonda fueron vigilados. Pasado el verano nunca más hasta ayer se volvió a hablar del asunto.

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