Cartas al director

La drogadicción

Debéis saber que el que escribe también fue uno de los que necesitaban tomar droga diaria para poder vivir, y ahora, después de algún tiempo, es el oxígenó quien alimenta mis ganas de seguir viviendo. Cuando, y casi a diario, uno necesita tomar su dosis es sencillamente porque la angustia, el malestar o la paranoia le ordenan, le obligan a hacerlo.¿Os habéis preguntado alguna vez el porqué de esta necesidad? ¿Cómo es posible que los demás seres humanos no necesitan lo que yo para vivir? ¿Por qué no hacéis una pequeña prueba? Es sencilla y de seguro que vale la pena hacerla: debéis poneros cara...

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Debéis saber que el que escribe también fue uno de los que necesitaban tomar droga diaria para poder vivir, y ahora, después de algún tiempo, es el oxígenó quien alimenta mis ganas de seguir viviendo. Cuando, y casi a diario, uno necesita tomar su dosis es sencillamente porque la angustia, el malestar o la paranoia le ordenan, le obligan a hacerlo.¿Os habéis preguntado alguna vez el porqué de esta necesidad? ¿Cómo es posible que los demás seres humanos no necesitan lo que yo para vivir? ¿Por qué no hacéis una pequeña prueba? Es sencilla y de seguro que vale la pena hacerla: debéis poneros cara a cara con vosotros mismos delante de un espejo y cuando estéis situados haceos las siguientes preguntas: ¿qué es vivir?, ¿qué es la droga?, ¿por qué me drogo?, casi al instante sentiréis impulsos de salir de delante del espejo, cuando esto suceda, intentar frenaos y al hacerlo miraos fijamente, el que está en el espejo es la droga, y el que lo mira es vuestro yo interior, el que no se quiere drogar para vivir.

Mirad, la droga es una especie de energía que al entrar en el cuerpo humano hace crecer dentro de él a un ser extraño, este otro ser al ir alimentándose os vá transformando a vosotros mismos en algo que no queréis ser, y recurre al mono para poderos dominar y poseer. Es muy sencillo, amigos míos, es la muerte.-

Centro penitenciario de Gerona.

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