Crítica:EL CINE EN T. V. E.

El color del sexo

¿Recuerdan cuando empezaron a penetrar -¡casi nada el verbo en el contexto de este texto!- en nuestras pantallas emmanuelles por los cuatro costados? De todos los colores fue la invasión, hasta a tres por semana en algún caso verificable. Originales o espurias. Entre las primeras, en un principio más sofisticadas y acarameladas, las de Jaeckin con la Kristel y sus seguidores y seguidoras hasta conformar, en la actualidad, cinco secuelas, una de ellas cincelada por el estilista número uno en erotomanía, el caballero Borowczyk. Y entre las otras, un mosaico interminable de títulos que a s...

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¿Recuerdan cuando empezaron a penetrar -¡casi nada el verbo en el contexto de este texto!- en nuestras pantallas emmanuelles por los cuatro costados? De todos los colores fue la invasión, hasta a tres por semana en algún caso verificable. Originales o espurias. Entre las primeras, en un principio más sofisticadas y acarameladas, las de Jaeckin con la Kristel y sus seguidores y seguidoras hasta conformar, en la actualidad, cinco secuelas, una de ellas cincelada por el estilista número uno en erotomanía, el caballero Borowczyk. Y entre las otras, un mosaico interminable de títulos que a su vez podrían también subdividirse en calidades y en cuya cima podríamos colocar esta Emmanuelle negra que, hoy, frivolonamente, se saca de la manga Televisión Española, un imposible triturado erótico para prácticas hedonistas y matrimonios afectados del seven year each y necesitados de un precalentamiento concreto y pasteurizado.Ernmanuelle negra, prevengamos a quienes escribirán cartas a los diarios, no es un pomo, aun-, que para muchos la frontera genérica empieza donde termina Bambi. Es, eso sí, un filme erótico, todo y que menos puñetero y más grosero que sus hermanos originales. También es, que nadie lo dude, un filme racista desde su mismo título: ¡Emmanuelle negra! ¿Por qué no titularon antes la de Jaeckin Ernmanuelle blanca? Y para mayor abundamiento en lo del color, la epónima Laura Gemser es de una ambigüedad cromática y étnica asombrosa. Digamos que es oscura, de rasgos orientales y con un cierto parecido a María José Cantudo. Filiforme y acrobática en la alcoba. Elegante en el andar. Mirada hechizadora. Por lo que respecta a sus capacidades interpretativas, ¿alguien es tan bestia de pedírselas?

Coito legal

Bien, más allá de lo epidérmico, nuevos interrogantes: ¿alguien le pide nudo argumental coherente al asunto? ¿delicadeza en la dirección en un hombre que también suscribió Emmanuelle negra 2 y El mundo de los sentidos de Emy Wong, título richardquineano a mayor gloria de Chai Lee, ésa sí, ésa oriental de todas todas? Y para finalizar: ¿alguien le pide al olmo peras morales? Pues las hay: Emmanuelle negra aboga decididamente por el matrimonio o, lo que es lo mismo, el coito legal.El resto de la programación es más casta, a empezar por el típico producto Disney a que nos tienen acostumbrados la sobremesa de los sábados, una fantasía sobre computadoras y chico contagiado por el cerebro electrónico que lleva por título Mi cerebro es electrónico y puede divertir lo que un sonajero. El color de su destino es una reflexión política y humana sobre el desarraigo vital de los exillados chilenos en Brasil. Y La ex señora Bradford, un discreto filme policiaco interpretado por un William. Powell que sigue conservando los domésticos y detectivescos atributos del hombre delgado.

Mi cerebro es elctrónico se emite hoy a las 16.00; El color de su destino, a las 0.35; Emmanuelle negra, a las 4.15; La ex señora Bradford, a las 7.45; todas por TVE-1.

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