Cartas al director

Discrepancias de la mujer

El 28 de julio me dispuse a seguir el programa Derecho a discrepar, en cuyo tema, La nutrición: la alimentación y la dieta estoy muy interesada. El debate fue modificando su tema central, y en vez de centrarse en la nutrición pasó a ser un ataque a la señora Lajusticia, quien con sus exposiciones demostró ser tan competente como los supuestos caballeros, y las publicaciones que se mostraron al principio del programa acreditaban su categoría.Fue bochornoso presenciar la falta de educación que demostraron los señores Grande Covián y Gregorio Varela, quienes se turnaro...

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El 28 de julio me dispuse a seguir el programa Derecho a discrepar, en cuyo tema, La nutrición: la alimentación y la dieta estoy muy interesada. El debate fue modificando su tema central, y en vez de centrarse en la nutrición pasó a ser un ataque a la señora Lajusticia, quien con sus exposiciones demostró ser tan competente como los supuestos caballeros, y las publicaciones que se mostraron al principio del programa acreditaban su categoría.Fue bochornoso presenciar la falta de educación que demostraron los señores Grande Covián y Gregorio Varela, quienes se turnaron para revocar sin ningún fundamento las aportaciones de la señora Lajusticia, quien continuamente tuvo que defender sus argumentos, pues los caballeros no creían sus afirmaciones. Incluso osaron tratar de bromas los estudios y experiencias de la señora Lajusticia sobre el magnesio, simplemente porque lo decía ella, y no estaba avalada por las estadísticas sobre los soldados americanos durante la guerra mundial, que fue la única fuente fidedigna en la que ellos fundamentaron sus opiniones.

¿Es qué todavía no pueden tolerar algunos caballeros que una mujer esté tanto o más preparada que ellos y ejerza su profesión con éxito semejante?-

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