Un centenar de personas asistió al entierro de Escobedo

Cerca de un centenar de personas, entre familiares, amigos y periodistas, asistieron ayer, en el cementerio madrileño de San Isidro, al entierro de Rafael Escobedo, que murió ahorcado el pasado miércoles en su celda de la prisión de El Dueso, en Cantabria, donde cumplía condena por el asesinato de los marqueses de Urquijo. El juez instructor del caso, José Antonio Alonso Suárez, denegará al abogado defensor de la víctima, Marcos García Montes, el ejercicio de la acción popular por no reunir su petición los requisitos exigidos.Entre los asistentes al entierro se encontraban los padres y los cin...

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Cerca de un centenar de personas, entre familiares, amigos y periodistas, asistieron ayer, en el cementerio madrileño de San Isidro, al entierro de Rafael Escobedo, que murió ahorcado el pasado miércoles en su celda de la prisión de El Dueso, en Cantabria, donde cumplía condena por el asesinato de los marqueses de Urquijo. El juez instructor del caso, José Antonio Alonso Suárez, denegará al abogado defensor de la víctima, Marcos García Montes, el ejercicio de la acción popular por no reunir su petición los requisitos exigidos.Entre los asistentes al entierro se encontraban los padres y los cinco hermanos del fallecido; su abogado, Marcos García Montes; el periodista Matías Antolín, amigo suyo, y el primer abogado de Escobedo, José María Stampa Braun. El féretro fue llevado a hombros por los hermanos de Rafael Escobedo hasta el panteón familiar de los marqueses de Prado Ameno, mientras la madre del fallecido permanecía, llorando, rodeada por los hermanos y familiares para evitar el acoso de los fotógrafos y los cámaras de televisión.

El juez instructor del caso Alonso Suárez, declaró ayer a EL PAÍS que había dictado un auto denegándole al abogado defensor de la víctima, Marcos García Montes, el ejercicio de la acción popular, y, por tanto, el derecho a pedir una segunda autopsia del cadáver, "porque su escrito no reúne ni uno solo de los requisitos que manda la ley", informa

Alonso Suárez indicó que, no obstante, al abogado se le había tomado declaración como a un simple ciudadano por si conociera algún dato de interés para la investigación, y se le preguntó el motivo que tenía para solicitar una segunda autopsia. Según el juez, el abogado respondió que la única razón de proceder a la segunda autopsia era la de estar él presente. Esta respuesta, en concordancia con los datos de la investigación, fue calificada por el juez como inútil y correspondiente a un "afán de notoriedad" del abogado.

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