Los vídeos, piratas incautados en Madrid en seis meses son ya el 80% del año pasado

Las incautaciones de vídeos ilegales realizadas en Madrid por la policía y la Guardia Civil en los seis primeros meses de este año están valoradas en 100 millones de pesetas, cifra que supone el 80% del total incautado durante 1987. Según estimaciones de la Federación Antipiratería (FAP), el 40% del material fraudulento que circula por España tiene su origen en Madrid, donde existen ya más de 2.000 establecimientos de videoclubes.

Transcurridos dos años desde que se descubrió en Perales de Tajuña (Madrid) la mayor factoría ilegal de vídeos en España, la Policía y la Guardia Civil, con e...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Las incautaciones de vídeos ilegales realizadas en Madrid por la policía y la Guardia Civil en los seis primeros meses de este año están valoradas en 100 millones de pesetas, cifra que supone el 80% del total incautado durante 1987. Según estimaciones de la Federación Antipiratería (FAP), el 40% del material fraudulento que circula por España tiene su origen en Madrid, donde existen ya más de 2.000 establecimientos de videoclubes.

Transcurridos dos años desde que se descubrió en Perales de Tajuña (Madrid) la mayor factoría ilegal de vídeos en España, la Policía y la Guardia Civil, con el asesoramiento de la FAP, han reforzado sus actuaciones contra esta práctica fraudulenta. Hasta el mes de junio se intervino un total de 4.250 cintas de vídeo, casi las tres cuartas partes de todo el material incautado el año anterior.Según los datos de la Asociación Madrileña de Videoclubs, el 40% de los cerca de 5.000 establecimientos legalizados en España están en la Comunidad de Madrid. La distribución geográfica de las incautaciones de material fraudulento es más o menos coincidente con la red de videoclubes, en opinión del director gerente de la FAP, José Manuel Tourné.

Las recientes leyes de Ordenación de Telecomunicaciones y de la Propiedad Intelectual han endurecido las condiciones en las que se desenvuelven los piratas del vídeo. Si a esto se añade la actuación de la FAP, se explica el descenso de la ilegalidad videográfica: mientras que hace tres años el 60% de las películas de vídeo no eran legales, hoy la cifra ha bajado al 18%.

Pan y vídeo

La piratería del vídeo es terreno abonado para la picaresca, como lo demuestra el caso reciente de una panadería, en el barrio de Santa Eugenia, que servía de tapadera para el tráfico doméstico de vídeos ilegales. La policía intervino unas 200 cintas que el panadero ofrecía a sus buenos clientes. Actualizando el clásico pan y circo romano, el tendero ofrecía pan y vídeo. Por cada cinco barras de pan, el cliente se llevaba un videocasete durante 48 horas, pero si sólo compraba tres barras, el curioso alquiler duraba un día.

La existencia de los vídeos comunitarios es, según el presidente de la Federación Antipiratería, una vía abierta a la ilegalidad: "Si se autorizan, como el 99,9% de ellos exhiben las películas sin permiso, los propietarios de los videoclubes se tendrían que comer las películas o tirarlas a la basura", afirma José Manuel Tourné.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En Madrid es prácticamente imposible obtener datos fiables sobre el número de vídeos comunitarios, aunque algunas estimaciones los cifran en unas 40 instalaciones. El presidente de la Asociación Española de Vídeos Comunitarios, Eusebio Bolaños, reconoce que puede haber algún empresario que incurra en la ilegalidad pasando películas sin pagar derechos, pero culpa a las propias empresas propietarias de los derechos.

Recientemente han surgido suspicacias sobre la actuación de los municipios en esta materia. Se les acusa de no tener una actitud lo suficientemente clara para evitar lo que la FAP considera una vía abierta a la piratería. Anque algunos ayuntamientos han cerrado vídeos comunitarios, no faltan las suspicacias respecto a la intención de las corporaciones de preparar, mediante los vídeos comunitarios, una red de futuras televisiones municipales.

Archivado En