Tribuna:

El dinero sigue sin decidirse

La recuperación está resultando más complicada de lo que podía parecer en principio, pues el dinero no termina de decidirse a tornar posiciones a este nivel de precios y con este ambiente. La otra opción, la vendedora, tampoco resulta atractiva para los inversores, lo que cuestiona las posibilidades de una orientación definida a corto plazo. El resultado más inmediato es un mercado en el que la actividad se mueve en unos niveles muy bajos -en tomo a los 8.000 millones de pesetas efectivas diarias- y en el que pocos valores consiguen mover su cotización lo suficiente como para cubrir los gastos...

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La recuperación está resultando más complicada de lo que podía parecer en principio, pues el dinero no termina de decidirse a tornar posiciones a este nivel de precios y con este ambiente. La otra opción, la vendedora, tampoco resulta atractiva para los inversores, lo que cuestiona las posibilidades de una orientación definida a corto plazo. El resultado más inmediato es un mercado en el que la actividad se mueve en unos niveles muy bajos -en tomo a los 8.000 millones de pesetas efectivas diarias- y en el que pocos valores consiguen mover su cotización lo suficiente como para cubrir los gastos de la operación.Los pocos tanteos compradores que se dieron en esta sesión estuvieron muy repartidos entre; todos los sectores y apenas lograron incidir en el ambiente, por lo que no parece muy adecuado hablar de selección cuando el dinero no se atreve a actuar con decisión. Las anécdotas suelen convertirse en estos días en el único entretenimiento del mercado, por lo que las aplicaciones o los movimientos bruscos y programados de algunos valores son el tema de conversación obligado.

El sector bancario, en el que se centra una buena parte de la atención del mercado cada día, continúa sin dar señales de vida, tal vez porque el papel aumenta de cuando en cuando la presión e impide cualquier intento de recuperación. Repeticiones y bajas siguen siendo el resultado habitual de este grupo, lo que deja a cargo de unos cuantos valores industriales la responsabilidad de mejorar el mercado sin la ayuda del dinero. Las posiciones al cierre, cuando las había, no indicaban que las cosas puedan cambiar mucho a corto plazo.

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