Tribuna:

Plurales

Estoy en Cattolica, una población del Adriático italiano donde se desarrolla el Mysfest, festival de cine de misterio al que la Prensa italiana concede la relevancia de cuarto acontecimiento de esta última semana de junio. Los otros tres son la anunciada reforma política, la reunión en Moscú de la Conferencia Nacional del PCUS y el asunto de los F-16 norteamericanos que emigran de Torrejón para instalarse en el sur de Italia, según la izquierda italiana en una prueba más de la "progresiva americanización del Sur", como escribe Stefano Semenzato en Il Manifesto. La Campania, Puglia y Cal...

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Estoy en Cattolica, una población del Adriático italiano donde se desarrolla el Mysfest, festival de cine de misterio al que la Prensa italiana concede la relevancia de cuarto acontecimiento de esta última semana de junio. Los otros tres son la anunciada reforma política, la reunión en Moscú de la Conferencia Nacional del PCUS y el asunto de los F-16 norteamericanos que emigran de Torrejón para instalarse en el sur de Italia, según la izquierda italiana en una prueba más de la "progresiva americanización del Sur", como escribe Stefano Semenzato en Il Manifesto. La Campania, Puglia y Calabria están infestadas de instalaciones de la OTAN.Retengo un titular de primera página de Il Manifesto y lo pongo sobre la mesa de la política española para que cada cual se lo coma a su gusto: "La derecha de la NATO". Para Il Manifesto el Gobierno italiano se sitúa en la derecha de la OTAN al aceptar los aviones que el Gobierno español rechaza; por tanto, implícitamente el Gobierno español queda integrado en la izquierda de la OTAN, y nosotros y el Gobierno sin saberlo. La agilidad del periodismo italiano nos regala un título y con él una significación: estamos en la izquierda de la OTAN, y los pensadores españoles proveedores de la Real Casa sin enterarse, sin utilizarlo, cuando esta denominación es un regalo ideológico impagable. En la OTAN, sí, pero a la izquierda.

Trotski se anticipó a la perestroika augurando tiempos en que, a pesar de la desaparición del capitalismo y sus elementos de cultura liberal, la sociedad socialista necesitaría dar cauce a una nueva pluralidad política. Trotski tiene el valor teórico de plantear esta cuestión en los años veinte, y 60 años después los soviéticos buscan su propia pluralidad. Mientras tanto, los súbditos del imperio americano, aunque nos vistamos todos en las mismas rebajas de trajes sobrantes del emperador, podemos elegir dos clases de corbata: derecha o izquierda de la OTAN. Los españoles seguimos siendo de izquierdas, y es que el emperador aprieta, pero no ahoga.

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