Los 'siete grandes' perdonarán parte de la deuda a los mas pobres
La cumbre de Toronto (Canadá) concluyó ayer con el compromiso de los siete países más industrializados de perdonar parte de la deuda externa del Tercer Mundo y la reafirmación de que las reformas en la Unión Soviética merecen un prudente apoyo de Occidente. Los siete grandes ponen, sin embargo, en cuarentena cualquier ayuda económica hasta que Moscú haga progresos en derechos humanos, conflictos regionales y desarme.La declaración económica suscrita al término de la tercera jornada condiciona la condonacion parcial del pago de intereses en la deuda oficial" a que el Club de París...
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La cumbre de Toronto (Canadá) concluyó ayer con el compromiso de los siete países más industrializados de perdonar parte de la deuda externa del Tercer Mundo y la reafirmación de que las reformas en la Unión Soviética merecen un prudente apoyo de Occidente. Los siete grandes ponen, sin embargo, en cuarentena cualquier ayuda económica hasta que Moscú haga progresos en derechos humanos, conflictos regionales y desarme.La declaración económica suscrita al término de la tercera jornada condiciona la condonacion parcial del pago de intereses en la deuda oficial" a que el Club de París armonice los detalles a las exigencias presupuestarias de los acreedores.
La cumbre ha sido el gran mutis del presidente norteamericano, Ronald Reagan, de este tipo de encuentros, y serán Michael Dukakis o George Bush quienes ocupen su puesto cuando los grandes vuelvan a reunirse en 1989. Reagan abandona victorioso Toronto, al lograr respaldo en lo tocante a las relaciones con Moscú. El colofón de la reunión fue el anuncio del primer ministro canadiense, Brian Mulroney, de que Canadá ha expulsado aocho diplomáticos soviéticos acusados de espionaje.
El escenario de la próxima cumbre será París en el mes de julio, y no en junio, como ha sido habitual hasta ahora. Este retraso, acordado para conmemorar el bicentenario de la Revolución Francesa, tendrá como perjudicado al jefe del Gobierno español, Felipe González, a quien, al desempeñar durante el primer semestre de 1989 la presidencia de la Comunidad Europea, le habría correspondido asistir a la cumbre de haberse celebrado ésta en el mes de junio.
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Editorial en la página 14