La Guardia Civil niega haber espiado a un dirigente del CDS

La Dirección General de la Guardia Civil aseguró ayer que está falsificado el documento según el cual mandos de ese Cuerpo solicitaron a un juez militar que interviniera el teléfono de Adolfo Lama, responsable del Centro Democrático y Social (CDS) de Sevilla. El número de registro que figura en ese documento corresponde a una circular de la Mutua Benéfica de la Guardia Civil, según fuentes oficiales del Cuerpo.Las mismas fuentes indicaron que mandos de la Guardia Civil se pusieron ayer en contacto con los dirigentes del CDS en Sevilla para informarles del resultado de las investigaciones reali...

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La Dirección General de la Guardia Civil aseguró ayer que está falsificado el documento según el cual mandos de ese Cuerpo solicitaron a un juez militar que interviniera el teléfono de Adolfo Lama, responsable del Centro Democrático y Social (CDS) de Sevilla. El número de registro que figura en ese documento corresponde a una circular de la Mutua Benéfica de la Guardia Civil, según fuentes oficiales del Cuerpo.Las mismas fuentes indicaron que mandos de la Guardia Civil se pusieron ayer en contacto con los dirigentes del CDS en Sevilla para informarles del resultado de las investigaciones realizadas a raíz de que algunos medios de comunicación se hicieran eco del citado documento, que fue filtrado -según alguno de esos medios- por el clandestino Sindicato Unificado de la Guardia Civil (SUGC).

El general jefe de la Guardia Civil de la zona tiene previsto entrevistarse hoy mismo con Adolfo Lama. Paralelamente, el juez militar afectado por el caso ha decidido emprender acciones judiciales contra los responsables de la difusión de la noticia.

Las citadas fuentes de la Guardia Civil señalaron que prosiguen las investigaciones para determinar quiénes fueron los autores de la falsificación y quiénes hicieron llegar el documento a los medios de comunicación.

A raíz de la publicación de la noticia basada en el supuesto documento oficial, fechado el 6 de septiembre de 1986, el propio dirigente del Centro Democrático y Social especuló con la posibilidad de que las presuntas escuchas telefónicas que sufrió podían tener relación con el hecho de que mantuvo contactos con el cabo Manuel Rosa, presunto dirigente del Sindicato Unificado de la Guardia Civil.

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