En el Reino del Revés

Don Juan Carlos y doña Sofía, terminan en Nueva Zelanda su viaje a las antípodas

Los Reyes concluyen hoy una larga visita oficial de seis días a Australia, e inician una estancia de tres días en Nueva Zelanda, el país situado en las antípodas de España. Se trata del viaje más largo que haya emprendido jamás un jefe de Estado español. Con este recorrido, el Rey y la Reina han visitado ya todos los continentes y gran parte de los países del mundo. La semana de permanencia en Australia ha comprendido visitas a Brisbane (donde los Reyes recorrieron la Exposición Mundial, antecesora de la Expo 92 sevillana), Canberra (la capital federal del Estado, donde en la práctica comenzó ...

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Los Reyes concluyen hoy una larga visita oficial de seis días a Australia, e inician una estancia de tres días en Nueva Zelanda, el país situado en las antípodas de España. Se trata del viaje más largo que haya emprendido jamás un jefe de Estado español. Con este recorrido, el Rey y la Reina han visitado ya todos los continentes y gran parte de los países del mundo. La semana de permanencia en Australia ha comprendido visitas a Brisbane (donde los Reyes recorrieron la Exposición Mundial, antecesora de la Expo 92 sevillana), Canberra (la capital federal del Estado, donde en la práctica comenzó y concluyó la visita estrictamente oficial) y, por fin, Sidney, la mayor ciudad australiana.La preparación de este periplo incluyó la grabación de un vídeo en Madrid -emitido el viernes por las dos principales cadenas de televisión australianas- sobre los Reyes y su en torno, y la invitación a visitar España dirigida a algunos redactores de los más influyentes periódicos. Pero la estancia de Don Juan Carlos y Doña Soria en ningún momento acaparó las portadas de los periódicos salvo detalles ocasionales.

Ello ilustra, de alguna manera, la falta de contenido verdaderamente político de un viaje que fue definido por un responsable del Ministerio de Asunto Exteriores como "pasear la bandera"; es decir, una visita de presencia en un lugar en el que España ha estado siempre, des de el siglo XVII, prácticamente ausente. Los Reyes han mantenido varios encuentros con el gobernador general, sir Ninian Stephen, con el primer ministro, Bob Hawke, y con los gobernadores y ministros regionales, pero, según confesó un miembro del séquito, los encuentros han tenido, en general, y salvando la cordialidad personal -Don Juan Carlos incluso llegó a jugar un informal y espontáneo partido de squash con el premier de Nueva Gales del Sur- un tono protocolario.

Para colmo, la visita real se realizó en momentos en los que -como ocurre actualmente en España- proliferan los rumores acerca de una reforma del Gobierno de Hawke, algo que atrae toda la atención de la clase política y de la prensa.

Ayer, agotado, teórica y prácticamente, cualquier contenido de su estancia en esta isla continente, los Reyes dedica ron el día a visitar el zoológico de Taronga -donde se detuvieron especialmente en ver un pequeño ejemplar de ornitorrinco- y a pasear en barco por la magnífica bahía de Sidney, limitada por edificios de impresionante altura -que confieren a la ciudad un aire no lejano al Manhattan neoyorquino- y por el ultramoderno Palacio de la Opera.

Finalmente, y en medio de una impresionante acogida de más de un millar de personas que les aguardaban en el muelle, desembarcaron en la feria First State 88, un remedo, en pequeño, de la Expo 88 de Brisbane. También visitaron el Club Español, situado en una calle llena de restaurantes españoles frecuentemente visitados por los alrededor de 5.000 emigrantes existentes en la ciudad.

La atención a la emigración ha constituido otra característica del viaje: en cada una de las ciudades visitadas, los Reyes se reunían con la colonia española -viven alrededor de 30.000 españoles en toda Australia-, y se registraban escenas de indudable emoción, pese a la evidente desvinculación con la madre patria de las segundas y terceras generaciones de españoles-australianos. Ayer, la coordinadora de emigrantes españoles en Nueva Gales del Sur, el Estado cuya capital es Sidney, entregó al Rey un escrito con sus reivindicaciones al Gobierno, entre las que se incluyen la petición de pensiones a los ex combatientes republicanos, la simplificación de los requisitos para mantener la nacionalidad española y la aplicación de descuentos en los viajes aéreos entre Australia y España.

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Empresarios

La visita paralela que varios empresarios españoles, encabezados por el presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, Adrián Piera, realizan a Australia, constituye otro de los puntos sobresalientes en relación con el viaje de los Reyes. Don Juan Carlos insiste, siempre que es posible, en dar una dimensión discretamente comercial a sus desplazamientos al extranjero, cosa que por lo demás, también trata de hacer el presidente del Gobierno. De ahí la presencia, en Australia y Nueva Zelanda, de una delegación empresarial que trata, en palabras del propio Piera, de "abrir brecha" en un mercado tan lejano y difícil como el australiano y en el que, sin embargo, otros países europeos se encuentran perfectamente introducidos.Los Reyes inician esta tarde su visita a Nueva Zelanda, en Auckland, adonde llegarán a las 15.00 horas locales (cinco de la mañana, hora española). Se trata, sin duda, de uno de los países del mundo menos visitado por las autoridades españolas, y que menos personalidades públicas ha enviado a España.

Aunque el programa resulta sensiblemente más reducido que el australiano, lo cierto es que solamente el día de mañana tiene un contenido oficial, si bien esta tarde el Rey se entrevista con el primer ministro, David Lange, a quien invitará a visitar España, cosa que hará a finales de septiembre.

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