EUROCOPA 88

El doctor Guillén y dos masajistas de la selección se sienten atacados por Ramón Mendoza

El escándalo saltó anoche en la concentración de la selección española en Múnich. El doctor Jorge Guillén y dos de los tres masajistas del equipo nacional, José Luis Rubio y Domingo Pérez, confirmaron su enfrentamiento con el jefe de la expedición, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza. "Tenemos noticias de que está realizando comentarios privados contra nosotros", dijeron, "y nos gustaría que las cosas se dijesen a la cara". Lo que, según ellos, comenta Mendoza es que los dos masajistas sólo sirven "para darles pellizquitos a los jugadores" y que las relaciones del médico con gran part...

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El escándalo saltó anoche en la concentración de la selección española en Múnich. El doctor Jorge Guillén y dos de los tres masajistas del equipo nacional, José Luis Rubio y Domingo Pérez, confirmaron su enfrentamiento con el jefe de la expedición, el presidente del Real Madrid, Ramón Mendoza. "Tenemos noticias de que está realizando comentarios privados contra nosotros", dijeron, "y nos gustaría que las cosas se dijesen a la cara". Lo que, según ellos, comenta Mendoza es que los dos masajistas sólo sirven "para darles pellizquitos a los jugadores" y que las relaciones del médico con gran parte de éstos, sobre todo los madridistas, e incluso con el seleccionador, Miguel Muñoz, son "tirantes y muy frías".

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En los primeros días de la concentración, en la sierra madrileña, Rubio, de 64 años (Spórting de Gijón) y Pérez, de 31 (Sevilla), fueron informados por el capitán, Camacho, de que los internacionales habían planteado unas peticiones a Mendoza para reforzar el cuerpo médico y la recuperación, fundamentalmente para que un tercer masajista se dedicase a trabajar con los lesionados de forma más individualizada y completa. De este modo, a ambos se les unió Iñaki Anza (Real Sociedad), que, además de colaborar con ellos, se ha dedicado a recuperar el tobillo dañado de Gallego.En cuanto al apartado médico, se trató de que se incorporase el doctor Martínez, Pirri, del Madrid, aunque el presidente de la Federación, José Luis Roca, se negó y forzó, por contra, la repesca de Guillén, traumatólogo en la anónima federativa. Guillén se vio implicado en un duro enfrentainiento con sus colegas madridistas hace dos años a raíz de las polémicas lesiones de Gordillo y Maceda antes y durante el Mundial de México, así como en el hecho de que Calderé diese positivo en un control antidoping por haberle recetado un jarabe.

Guillén denunció anoche en la Cadena RATO lo siguiente: "Me han advertido personas afines en el sentido de que el señor Mendoza ha dicho en determinados círculos que los jugadores, en especial los del Madrid, me miraban de reojo y no me aceptaban y que algunos ni siquiera me hablaban. Me extraña muchísimo que haya podido realizar esos comentarios porque serían falsos y quiero pensar que, de ser ciertos, me los hubiese hecho personalmente. Con sinceridad, me cuesta mucho creerlo, pero es que incluso me han informado de que han llegado a exponerse en algunos medios de comunicación. Y es falso. Hablo con todos los jugadores una media de dos a cuatro veces diarias y con Muñoz prácticamente a todas horas".

Rubio afirmó a este diario: "A mí, a la cara, nunca me ha dicho nada. Llevo mucho tiempo en la selección y he recuperado jugadores durante 38 años. Por ejemplo, cuatro veces a Maceda. Cuando me cuentan estas cosas, siento como un vacío y me da pena". Perez señaló: "Soy ATS, fisioterapeuta y diplomado en enfermería y sólo, quiero decir que los tres masajstas trabajamos con compañerismo y profesionalidad". Cada uno de ellos cobra 68.500 pesetas por partido y dietas de 4.000 pesetas en España y 6.000 en el extranjero.

Mendoza no se encontraba ayer en Múnich porque viajó a España por cuestiones personales, aunque fuentes federativas indicaron que regresará hoy.

Michel y Bakero, lesionados

Mientras tanto, el tono anímico de los jugadores es muy bajo ante el partido con la RFA. A esta moral derrotista contribuyen también las casi seguras ausencias, por lesión, de Michel y Bakero, en tanto que Eloy se torció ayer un tobillo.

España se presentó en la Eurocopa con una larga serie de amistosos inservibles en los que ofreció continuos despistes y desequilibrios estratégicos, aunque a última hora Muñoz adoptó las dos únicas medidas que podía realizar: reforzar la línea defensiva con Andrinúa y el centro del campo con Gallego. A todo esto, los jugadores añadieron cosecha propia, según confesé, un titular a este diario, en la que mantuvieron privadamente, sin el técnico, horas antes del debú ante Dinamarca. Se pensó que lo mejor iba a ser reducirle metros al rival. estrechando las tres líneas del equipo. Con eso se consiguió una mayor solidez defensiva que se añadió un mejor control del balón en el contragolpe. Curiosamente, según un jugador, fueron ellos quienes no supieron. modificar sobre la marcha planteamiento el martes.

En este sentido, resulta significativa la frase de Butragueño: "El mister planteó el partido contra Italia de la misma forma que ante Dinamarca y hemos sido los jugadores los que hemos perdido esta vez". Bakero se mostraba algo más explícito al hacer hincapié en que España saltó al campo con mentalidad defensiva pensando, de forma equivocada, que el empate podría bastar: "Jugamos con mucho miedo y no dimos ni tres pases seguidos".

El 'caso Zubizarreta'

Algunos jugadores han comentado en privado cierto malestar por los continuos saques largos de Zubizarreta: "Más de 20 veces se le entregó el balón a la defensa italiana en los saques largos, que, además, sirvieron de poco también porque, al estar nuestro centro del campo muy próximo a la línea defensiva, apenas se tuvo opción para controlar el balón". Muñoz, al respecto, ha dicho: "Un portero internacional de su talla tiene libertad para sacar como crea conveniente. A un niño se le pueden enseñar estas cosas, pero no a él".

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