Dos bomberos fallecen al caer desde un helicóptero cuando realizaban un entrenamiento de socorrismo

El cabo del Cuerpo de Bomberos de Alcorcón Sotero Ortega y el bombero Juan Carlos Higueras fallecieron al mediodía de ayer al caer desde una altura de 30 metros desde un helicóptero, durante unos entrenamientos del equipo de salvamento y socorrismo de edificios de gran altura, que componen 40 bomberos de los parques de Móstoles y Alcorcón. El accidente ocurrió en Fuenlabrada, al desprenderse del helicóptero de la policía la cuerda que sostenía a los dos infortunados. Poco después resultó herido otro bombero al caerle un torno encima.

El accidente se produjo exactamente en la urbaniz...

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El cabo del Cuerpo de Bomberos de Alcorcón Sotero Ortega y el bombero Juan Carlos Higueras fallecieron al mediodía de ayer al caer desde una altura de 30 metros desde un helicóptero, durante unos entrenamientos del equipo de salvamento y socorrismo de edificios de gran altura, que componen 40 bomberos de los parques de Móstoles y Alcorcón. El accidente ocurrió en Fuenlabrada, al desprenderse del helicóptero de la policía la cuerda que sostenía a los dos infortunados. Poco después resultó herido otro bombero al caerle un torno encima.

El accidente se produjo exactamente en la urbanización Nuevo Versalles, lugar habitual de entrenamiento de esta unidad de rescate. En esa zona existe un área de edificios inconclusos cuya estructura de hormigón es aprovechada por los bomberos para sus entrenamientos desde que hace año y medio la Delegación del Gobierno y el Ministerio del Interior decidieran poner en marcha esta experiencia.Minutos después de producirse este accidente, Manuel Notario, bombero del parque de Móstoles, resultó herido grave al caerle encima un torno de alumnio cuando se disponía a recoger los equipos tras el accidente. Notario, que fue intervenido quirúrgicamente ayer durante cuatro horas, podría perder un brazo, según el parte médico facilitado tras la operación.

Sotero Ortega, de 33 años, y Juan Carlos Higueras, de 25, realizaban ayer, como casi todos los jueves, una maniobra que según sus compañeros habían repetido en infinidad de ocasiones. Un helicóptero recogió del tejado de un edificio a dos bomberos a los que trasladaba a tierra prendidos en dos cuerdas, que por causas hasta el momento desconocidas se deprendieron cuando el aparato descendía y se encontraba a 30 metros del suelo. El fallecimiento de los bomberos se produjo en el acto.

Los dos bomberos fallecidos habían obtenido ya el diploma del curso de salvamento y, como el resto de sus compañeros, realizaban esta actividad fuera de horario, voluntariamente y sin recibir ningún salario. "Algunos jueves no podíamos asistir porque teníamos turno y todos hemos tenido que pagar las 5.500 pesetas de inscripción y compramos material", comentaron varios miembros del equipo.

Los bomberos emplean para estos ejercicios material de montaña con doble protección "Trabajamos sobre seguro y no existe ningún riesgo en estos ejercicios", agregaron. "La cuerda de la que pendían podía aguantar hasta 6.000 kilos, por eso es inexplicable lo que ha pasado". La cuerda de la que pendían no estaba rota y parece que se desprendió de su sujeción en el helicóptero por causas todavía desconocidas.

El montañero César Pérez de Tudela fue uno de los encargados de enseñar las técnicas de descenso al inicio del curso. "Nosotros hemos duplicado la medidas de seguridad que habitualmente guarda un montañero", dijo uno de los bomberos. Otro apuntó que el ejercicio de ayer "se preparó en cuatro minutos cuando el primer día tardamos más de una hora".

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Juan Carlos Higueras llevaba dos años y medio en el cuerpo y estaba a punto de casarse. Sotero Ortega pertenecía al Cuerpo desde hace 11 años, estaba casado y tenía dos hijos. El más pequeño de sus hijos, de 11 años, fue testigo del accidente mortal de su padre, que le había llevado a las prácticas porque le hacía ilusión, según comentaba su viuda entre sollozos.

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