Cartas al director

'Impuesto religioso'

Desde mi incultura quiero hacer varias consideraciones sobre las declaraciones del señor Echarren, obispo de Canarias por la gracia de Dios. El impuesto religioso, impuesto por este Gobierno llamado a sí mismo socialista, es claramente anticonstitucional, y sospechosamente, ningún partido de la oposición ha llevado al Tribunal Constitucional, porque, amigo Sancho, con la Iglesia hemos tomado. La Iglesia, a la que el señor Echarren tan bien representa, entiende muy bien de repúblicas bananeras, porque no en vano ha apoyado a todos los dictadores de estas repúblicas y, por otro lado, ha callado ...

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Desde mi incultura quiero hacer varias consideraciones sobre las declaraciones del señor Echarren, obispo de Canarias por la gracia de Dios. El impuesto religioso, impuesto por este Gobierno llamado a sí mismo socialista, es claramente anticonstitucional, y sospechosamente, ningún partido de la oposición ha llevado al Tribunal Constitucional, porque, amigo Sancho, con la Iglesia hemos tomado. La Iglesia, a la que el señor Echarren tan bien representa, entiende muy bien de repúblicas bananeras, porque no en vano ha apoyado a todos los dictadores de estas repúblicas y, por otro lado, ha callado las bocas de los oprimidos con hermosas palabras, excepto en Polonia, donde se aconsejaba la utilización de la fuerza para cambiar un régimen tan odioso como el polaco.Cuando el señor Echarren hace referencia a la incultura tradicional en nuestro país quiero recordarle que en la enseñanza la Iglesia católica ha tenido y tiene mucha responsabilidad en nuestro país, por lo que la incultura que se lamenta no sería tal si la Iglesia hubiera dirigido su saber y sus medios hacia las clases que ahora protestan por el impuesto religioso, y no solamente hacia quien con grandes medios económicos podían acceder a ella y son los que apoyan y han aprobado este impuesto.

Siendo la Iglesia católica una de las organizaciones multinacionales más poderosa que existen -aún se recuerdan las astronómicas cifras que se barajaban en el caso del Banco Ambrosiano y el ICO, y de los costosos viajes del jefe de la Iglesia católica-, por qué he de correr yo con parte de estos gastos, cuando lo necesito para mi familia, ni me siento católico ni creo en lo que predican-

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