Los temores inflacionistas siguen presionando a los mercados

La Bolsa de Nueva York, lejos de recuperarse de las pérdidas registradas en las últimas sesiones, registró ayer otra fuerte caída en un ambiente de gran actividad dominado por la oferta. Cuatro de cada cinco acciones se negociaron a la baja desde la apertura hasta el cierre, con un volumen inusitado de transacciones.El Dow Jones cedió 35,32 puntos y se situó en 1.914,46.

Las razones para este mal comportamiento hay que buscarlas, según Shearson Lehman Hutton, en los temores del inversor a la inflación y en la poca confianza en los mercados financieros tras. el crash de octubre. Reflejan...

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La Bolsa de Nueva York, lejos de recuperarse de las pérdidas registradas en las últimas sesiones, registró ayer otra fuerte caída en un ambiente de gran actividad dominado por la oferta. Cuatro de cada cinco acciones se negociaron a la baja desde la apertura hasta el cierre, con un volumen inusitado de transacciones.El Dow Jones cedió 35,32 puntos y se situó en 1.914,46.

Las razones para este mal comportamiento hay que buscarlas, según Shearson Lehman Hutton, en los temores del inversor a la inflación y en la poca confianza en los mercados financieros tras. el crash de octubre. Reflejando estos temores inflacionistas la cotización de los bonos continuó a la baja alcanzando las rentabilidades en vencimientos a 30 años el 9,29%.

Por otra parte, los comentarios del canciller del Exchequer británico durante la reunión ministerial de la OCDE, causaron un impacto negativo. Lawson afirmó que en los EEUU la demanda interna estaba creciendo algo más rápido de lo deseable, y que el alza en los precios de las materias primas junto a otros datos, suponía un riesgo evidente de relanzamiento de la inflación a nivel mundial. Asimismo, tras comprobar el fuerte incremento de las exportaciones norteamericanas, opinó que no era necesario un nuevo descenso del dólar para equilibrar la balanza comercial.

La publicación de un alza del 0,5% de las Housing Starts para abril pasó desapercibida. El dólar, por su parte, se mantuvo en torno a los 1,7050 marcos, es decir, ligeramente por debajo de los niveles del martes. La erosión detectada en la cotización del dólar ha sido debida al escepticismo existente respecto a las cifras del déficit publicado ayer y la creencia de que tales cifras no son sostenibles. El temido boom de la economía o la explosión en las tasas de inflación no parece ser un peligro tangible. La economía está fimcionando mejor de lo que se esperaba, pero sin embargo, no se ven signos, ni en la actividad económica ni en el crecimiento de la masa monetaria, que se puedan calificar de peligrosos. Los temores reflejados por los mercados parecen, por el momento, injustificados.

Por su parte, el gobernador del Banco de Japón, Satoshi Sumita, desmintió ayer que vayan a realizar cualquier cambio en la actual política monetaria del banco central japonés a pesar del creciente temor inflacionista que se registra en EE UU. Amenaza seria, si se tiene en cuenta que la mejora del déficit comercial en marzo podría hacer subir los tipos de interés.

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